(Libertad Digital) Este colegio de Calviá ha prohibido utilizar el castellano durante las clases pero también en las reuniones de padres y en la comunicación entre padres e hijos en el interior del centro. De hecho, una de las particularidades de la escuela es la diversidad de nacionalidades de los alumnos en los que hay hijos de alemanes, ingleses, de la península y de Baleares.
El Gobierno autonómico, formado por socialistas y nacionalistas, aprobó una ley de inmersión lingüística a imitación de la de Cataluña. Su objetivo era igualmente conseguir una marginación total del castellano. Enn la Educación optaron por disfrazar este fin con una teórica enseñanza trilingüe, en catalán, castellano e inglés. Sin embargo, en la práctica no es así y el catalán se ha convertido en la lengua vehicular.
A todo esto se une la militancia abiertamente catalanista de la directora del centro. Ante esta política del colegio, muchos padres han decidido cambiar a sus hijos de colegio. "A principios del curso pasado, la dirección y los profesores explicaron que la enseñanza iba a ser cien por cien en catalán. Y que las reuniones se celebrarían en este idioma. Los niños no podían vernos hablar en español, debíamos utilizar el catalán para hablar con los profesores", explicó una madre de una alumna de cuatro años.