Diego no violó ni maltrató a la hija de su novia, Aitana, y mucho menos le provocó la muerte. Pero, durante interminables horas, los medios de comunicación así lo afirmamos, provocando momentos de auténtica pesadilla para Diego Pastrana.
La pequeña murió por las secuelas producidas por una caída accidental desde un columpio, tal y como prueba el Informe Forense. De hecho, el joven la llevó al hospital en varias ocasiones tras el incidente, pues se quejaba continuamente de dolores de cabeza. Pero la lesión no fue detectada por los médicos, y la menor fallecía dos días después en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, tras sufrir varias paradas cardiorrespiratorias.
El informe médico inicial afirmaba que Aitana presentaba desgarros vaginales y anales, y a partir de entonces nadie juzgó necesario esperar al informe forense determinante. El titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Arona (Tenerife) decretó la detención de Diego, por un supuesto delito de lesiones y abuso sexual, los medios de comunicación olvidamos la presunción de inocencia.
Como destaca ahora su abogado Plácido Alonso: "Todo el mundo se lanzó a sentenciarlo y nadie esperó a la autopsia". Solamente unas horas más tarde, el informe de la autopsia descartaba que la niña hubiera sufrido abuso sexual alguno, además de afirmar que las heridas que tenía no estaban derivadas de ningún maltrato.
El caso de Diego Pastrana ha conmocionado a la opinión pública, que prejuzgó al joven sometiéndole a un lichamiento moral en el que calificativos como "monstruo" fueron lo más suave. Como destaca ahora su abogado Plácido Alonso: "Todo el mundo se lanzó a sentenciarlo y nadie esperó a la autopsia". Solamente unas horas más tarde, el informe de la autopsia descartaba que la niña hubiera sufrido abuso sexual alguno, además de afirmar que las heridas que tenía no estaban derivadas de ningún maltrato.
Y en todo este suceso existe una responsabilidad clara de los médicos que atendieron a la pequeña, pero también tienen la suya los medios de comunicación. Por ello, desde Libertad Digital queremos pedir disculpas a los implicados, y a nuestros lectores por la información publicada el pasado viernes. El daño sufrido por Diego Pastrana es ya "irreparable", como bien ha dicho su abogado, pero este acontecimiento debe movernos a todos a la reflexión.