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Becerril exige la dimisión de Monteseirín al frente de la Fundación Jiménez Becerril

La petición ha sido contundente. Ni un momento más debe presidir una Fundación como la de Alberto Jiménez Becerril, quien apoya con fondos públicos el concierto de un grupo de rap que insulta a todas las víctimas del terrorismo.

¿Se puede presidir un Fundación contra el Terrorismo y la Violencia y autorizar al mismo tiempo el concierto de "Los chikos del maíz"?

La respuesta para Becerril es no. Se entiende rápidamente si leemos un fragmento de una de las canciones que quieren cantar con la autorización del alcalde socialista de Sevilla: "Ortega Lara no era ningún pacifista/, cambió de carcelero a contorsionista./Pobre rehén diréis, /lo que no sabéis /es que se la iba la mano como a los padres de Madeleine".

Soledad Becerril, ex alcaldesa de Sevilla y senadora por el Partido Popular ha puesto a Alfredo Sánchez Monteseirín contra las cuerdas. Para comprenderlo sólo hay que imaginar al matrimonio Becerril siendo asesinado en las calles de Sevilla mientras los raperos de Valencia cantan.

Ni un momento más debe presidir una Fundación como la de Alberto Jiménez Becerril. Más lejos aún llegó la ex primera edil de Sevilla advirtiendo de que no asistirá a los actos de la institución mientras Sánchez Monteseirín la presida.

La fundación Jiménez Becerril fue creada bajo su mandato en 1999 en memoria de Alberto Jiménez-Becerril, —edil popular asesinado en Sevilla en 1998 por ETA junto a su esposa—, y su finalidad era y es "luchar contra la violencia y el terrorismo, honrar la memoria de las víctimas" y "funcionar como verdadero altavoz" de las víctimas del terrorismo y sus familias.

Por ello, Soledad Becerril  ha dicho sentirse "moralmente obligada" a intervenir ante la polémica generada por el concierto de los raperos durante el acto en favor de la república, promovido por la Delegación de Juventud y Deportes del Ayuntamiento (IU). El contenido de las canciones y letras de la banda, como recordó la senadora popular, "atenta contra la dignidad de las víctimas" a cuenta de las alusiones a víctimas del terrorismo como Irene Villa o José Ortega Lara.

Algunas de sus letras son estas:


“Ortega Lara no era ningún pacifista, cambió de carcelero a contorsionista. Pobre rehén diréis, lo que no sabéis es que se la iba la mano como a los padres de Madelaine”
“¿Te emocionó el vuelo de Pedro Duque? A mí el de Carrero Blanco”.
“Me duele el 11 de septiembre, no por las torres gemelas, por el derrocamiento de Allende”
“Terrorismo no es ETA, es Belén Esteban enseñando las tetas”
“Terrorismo no es ETA, es Ana Obregón posando en Ibiza”
“El 11 de septiembre no fue un drama fue justicia”
“Más 11-S no más 11-M”

La cuestión, naturalmente, es que se ha autorizado con fondos públicos un concierto que insulta a las víctimas del terrorismo y "vulnera principios constitucionales, esgrimiendo la bandera republicana", dijo Becerril, que consideró además que lo ocurrido es un "insulto a la ciudadanía" y el comportamiento de Monteseirín propio de un cobarde: "No se puede permitir que esté al frente de la fundación una persona que ha actuado tan cobardemente".

Francisco Jiménez-Becerril, hermano del concejal asesinado, desde su puesto en la Fundación pide ya "como compensación a lo que ha ocurrido, que es vergonzoso", que se conceda el Premio Ascensión por la Paz a José Antonio Ortega Lara, aludido y humillado en las letras de los raperos. "Es penoso que la fundación no haya hecho ni una nota pública condenando lo sucedido, pero la controlan PSOE e IU", ha señalado.

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