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Sanidad considera la homosexualidad como una enfermedad

Pese a que la Organización Mundial de la Salud dejó de calificar la homosexualidad como una enfermedad en 1990, Sanidad la sigue considerando así, según se recoge en la Clasificación Internacional de Enfermedades que edita el propio ministerio español.

Pequeña dijo el día 7 de Junio de 2009 a las 13:35:

Si consideramos que, a muy temprana edad, niños y niñas sienten preferencia por compañías del mismo sexo, sí que podemos considerar que este comportamiento se llame homosexual, pues no olvidemos que la conducta afectiva forma parte de la sexualidad humana. Ahora bien, lo normal es que al ir madurando el niñ@, esta tendencia se corrija por sí sola, cuando niñ@s ya sientan atracción por el sexo opuesto. En la persona que no se da esa maduración adecuada, en la que persiste la tendencia por el mismo sexo, se produce un bloqueo que es de tipo afectivo. Si se indaga en la vida afectiva de estas personas que se sienten homosexuales, es fácil encontrar que no ha existido una adecuada identificación ya sea con el padre o con la madre por causas muy diversas. Y este hecho es una realidad que por mucho que algunos no lo quieran aceptar, se da. El hecho de que no exista una adecuada identificación conalgún progenitor no significa que no se le quiera enormemente. Personalmente he sabido de personas lesbianas en las que concurría el mismo antecedente que he expuesto. Y negarlo no va a cambiar el hecho patológico del bloqueo afectivo ante una falta de identificación adecuada con alguno de los padres. Dicho bloqueo afecta a todo el individuo y su desarrollo sexual pleno posterior. Pero este síntoma aunque tenga unas causas quizás muy alejadas en el tiempo no significa que no tenga una terapia, atendiendo a la persona afectada que sea realmente consciente de esa anormalidad en su búsqueda de identidad. Soy médico, y estoy convencida de que el amor -tan mal entendido por tantos- es la mejor terapia para evitar que lo que es una simple etapa en la evolución o desarrollo afectivo sexual se convierta en un problema. Que muchos homosexuales se escandalizen por estas palabras y nieguen dicho bloqueo no significa que muchos otros sí que lo perciban y sean conscientes de que algo no va bien en su interior. Y sobre todo de que tienen derecho a recibir una terapia psicológica adecuada. Por tanto agradezco que el ministerio de Sanidad no lo haya dejado de calificar como enfermedad, pues el que una alta instancia (la OMS) sí que lo haya hecho no elimina la objetividad del hecho patológico.

punt dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 23:07:

¿Y? ¿Qué problema hay? ¿No ha pensado nadie que tal vez Sanidad puede estar considerando la homosexualidad como lo que es?

Sobre la homosexualidad ha caído como una losa el tabú progre del prejuicio "políticamente correcto", según el cual cualquier intento de ver las cosas como son y no como nos las quieren contar determinados grupos de presión es declarado herejía, es inmediatamente perseguido y quien lo protagonice, linchado.

El problema es que la homosexualidad es lo que es, les guste o no a los homonazis (¿Acaso creían que sólo había feminazismo? Pues también hay homonazismo).

El ministerio de Sanidad define la homosexualidad como "Orientación sexual egodistónica" (es decir, aquella orientación sexual "no conforme con el Yo", o lo que es lo mismo, la opuesta a la "egosintónica").

[http://www.msc.es/ecie9mc-2008/html/consultar.htm]

El cuerpo humano y el comportamiento innato humano son resultado de un largo proceso de evolución. Durante este proceso, el "diseño" del cuerpo humano se ha ido depurando de forma que cada elemento tenga una función natural. Es lo que se conoce como "Natural design". Paralelamente, el comportamiento natural de los instintos humanos se ajusta como un guante a ese diseño.

Así, como los órganos sexuales están diseñados para la reproducción, la conducta sexual natural humana está orientada a hacer uso de esos órganos sexuales y reproducirse (como animales sexuados que somos, lo hace moviendo a cada individuo a unirse a otro individuo del sexo opuesto y reproducirse). Eso es lo natural y "otra cosa" no lo es. El hecho de que una persona tenga una conducta que haga uso de los órganos sexuales hacia individuos de su mismo sexo es el equivalente psicológico del que es estéril, ya que una parte de él no "funciona" como corresponde al diseño natural humano.

El hecho de que lo natural en cada sexo sea sentirse atraído por el sexo opuesto hace que esa atracción esté en sintonía con el sexo de cada uno, que sea "acorde con uno mismo": es "egosintónica".

Como lo natural es sentirse atraído por individuos del sexo opuesto, una tendencia homosexual está disociada del propio sexo: es "egodistónica".

Eso no es más que la definición, y negarlo no es sino mentir sobre la cuestión.

El caso es que las conductas egodistónicas provocan inevitablemente conflictos de personalidad, confusión, inseguridad, baja autoestima, llegando en ocasiones a cuadros de auténtica psicosis. Eso está sobradamente documentado en psiquiatría y, a nada que se piense de una forma mínimamente objetiva (es decir, no abrazando crédula y acríticamente el dogma gay), se ve que es absolutamente lógico que una tendencia sexual disociada del propio sexo debe crear fortísimas tensiones psicológicas (más aún considerando que el sexo es una de las más fuertes pasiones humanas, de modo que cualquier conflicto relacionado con él no puede ser sino intenso).

¿Qué pasa entonces con la OMS, que excluyó la homosexualidad de la lista de enfermedades? Por lo visto, la OMS sucumbió a las presiones y abrazó irracionalmente el dogma progre de la "normalidad homosexual". Semejante decisión proviene de una votación que se realizó hace 35 años.

En aquella votación, de la American Psychiatric Association, se votó si se debía sacar o no a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. La votación fue verdaderamente muy irregular, ya que muchos de los médicos que votaban estuvieron sometidos a tremendas presiones, con manifestaciones y altercados frente a sus domicilios y consultas, y fuertes presiones desde medios de comunicación. Al final, sólo votó el 25% de los psiquiatras, y el resultado fue de un 58% de votos a favor de sacarla de la lista frente a un 42% de partidarios de mantenerla.

Desde entonces, enarbolando esta votación cuasi-fraudulenta (en la que no se había reunido un quorum mínimamente decente y en la que, a pesar de las presiones, el resultado fue bastante reñido), los grupos de presión gays han pretendido que "la cuestión estaba zanjada" y que "nadie pensaba que la homosexualidad fuese una enfermedad" (naturalmente, ninguneando al 42% de la comunidad médica psiquiátrica). Algo parecido a lo que hace Al Gore con la cuestión ecologista: ningunear al discrepante y afirmar que "todos están de acuerdo conmigo".

El caso es que ese PREJUICIO, irracional y acientífico, condena al linchamiento a cualquiera que "ose" recordar que alrededor de la mitad de los psiquiatras discrepan del dogma homonazi.

Entiéndase que una persona no tiene por qué ser mejor ni peor por ser homosexual, como tampoco lo sería por ser estéril, pero de ahí a pretender que ese comportamiento es completamente normal (¡Y vale ya!, que diría Olga Sánchez) va un abismo.

Aparte (y espero que finalizando), quisiera mencionar que las ideologías que actuan de forma traicionera suelen usar todas ellas siempre las mismas herramientas de manipulación, y una de ellas es la manipulación del lenguaje, a menudo creando confusión entre términos que, significando cosas diferentes, ellos pretenden que significan lo mismo (como hacen trampa con el lenguaje, consiguen que parezca que se sostienen pretendidos razonamientos que, bien examinados, se caen por su propio peso)

En este sentido, los lobbies gays pretenden identificar siempre (y confundir entre ellos) los términos "homosexualidad" y "homosexualismo", que no tienen nada que ver.

La "homosexualidad" es un trastorno egodistónico del comportamiento que no hace a las personas mejores ni peores, pero que sí les crea fuertes tensiones psicológicas por los conflictos entre su sexo (fisiológico) y su sexualidad (tendencia, atracción).

El "homosexualismo", por su parte, es el comportamiento homosexual, sea o no homosexual la persona (ya que muchos que lo practican no son realmente homosexuales). Asimismo, "homosexualismo" también se refiere a una serie de ideologías y movimientos que giran en torno a la homosexualidad, sea como fin o como mero medio para alcanzar sus fines (actualmente, muchas ideologías ajenas a la homosexualidad, como por ejemplo el feminismo radical, instrumentalizan y utilizan a los homosexuales como "ariete" mediante el que atacar la sociedad).

Otra de las confusiones favoritas en la cuestión homosexual atañe a la palabra "natural", con la que siempre crean confusión al mezclar dos de sus acepciones, que no tienen nada que ver.

Por una parte, "natural" significa "propio de la naturaleza de una cosa". Así, la naturaleza humana determina que, como animales sexuados, lo "natural" en el ser humano sea el comportamiento sexual heterosexual, que es el acorde con su "diseño natural". La homosexualidad no es "natural" según esta acepción de la palabra.

Las ideologías homosexualistas suelen mezclar la mencionada acepción con la que define "natural" como "que no intervienen agentes externos", es decir, "no artificial". En el caso de la homosexualidad, esta acepción define que es "natural" aquella tendencia homosexual que es innata en el individuo porque no le ha sido inducida desde fuera (aunque siga no siendo "natural" según la otra acepción).

De modo que: ¿Por qué ese rechazo irracional a devolver el debate de la homosexualidad al ámbito científico del que nunca debió salir, máxime cuando quienes niegan que vuelva no juegan limpiamente? ¿Por qué ese empeño en doblegar a la ciencia para que diga lo que determinados grupos mafiosos de presión quieren que diga, independientemente de las pruebas existentes en contra?

Si el Ministerio de Sanidad considera la homosexualidad como "conducta egodistólica", tal vez sea porque la homosexualidad se ajusta a la definición de "conducta egodistólica". ¿Qué problema hay en llamar a las cosas por su nombre?

Un saludo.

narabanc dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 22:16:

Bueno, decir que siempre ha habido homosexuales no es argumento alguno, pues lo mismo podemos decir acerca de otras conductas humanas poco deseables y ello no es obstáculo para que la sociedad se defienda de las mismas. Es cuestión de etología y lo contrario es sencillamente artificial y políticamente correcto, o sea infumable. Pero que, además, tengamos que subvencionarlos ya la cosa pasa de castaño oscuro.
Lo considero una enfermedad, asociada al mal, . Lo mas grave es que se trata de una enfermedad contagiosa y que se "predica " por todos los medios con las consecuencias desastrosas para muchos adolescentes, sobre todo, que estan verdes para poder discriminar, o sea, establecer un juicio para distinguir.
Suele proliferar en epocas de inversión, épocas finales de ciclo.

tiodelat dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 21:14:

¿Lo sabrá Cerolo? jajajaja

Ricitos dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 19:30:

Pues el Zerolo como enfermo que es,no debería estar autorizado a ningún bautizo por muy laico que sea (invento socialista,claro).
Claro,que también en el socialismo no es Zerolo el único enfermo,abundan con inusitada profusión,porque la GARRAPATA (viejo pellejo),lo es igualmente y representando a las mujeres.

jkl127 dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 18:16:

Y con todo lo que criticaron al Doctor Polaino, el PSOE y PP por sostener tal criterio, ¿ahora que pasa?, ¿quien le pide perdón?, ¿quien le indemniza por el ataque tan brutal que sufrió en su honorabilidad?.

jkl127 dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 18:12:

O sea, a ver si me aclaro los socialistas consideran la homosexualidad como una enfermedad que puede ser considerada o no como trastorno mental.

Asi pues, los socialistas ponen en los cargos públicos a enfermos que pueden ser o no trastornados mentales como Zerolo.

Asi pues los socialistas aceptan el matrimonio entre homosexuales que pueden ser o no trastornados mentales.

Asi pues los socialistas han autorizado la adopción de niños por enfermos que pueden ser o no trastornados mentales. Podrían autorizar por el mismo motivo la adopción de niños por pederastas que pueden ser o no trastornados mentales.

A ver cuanto tardan en salir corriendo a borrar el rastro de todo esto, pero aunque lo borren, siempre quedará el rastro de la noticia.


step dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 16:31:

Claro, y como tal enfermedad financiaremos de nuestro bolsillo operaciones de cambio de sexo antes de que nos arreglen las muelas. Con un par, sí señor.

tinin dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 16:29:

No es que sea una enfermedad, es que es una condición que propicia actos deshonestos, como la sodomía. Y en la medida en que se dé carta de normalidad pública a esos comportamientos - que en privado me parecen bien, si son consentidos-, se está propiciando una reacción en cadena: aceptar como normales otros comportamientos que hoy nos parecen repudiables. ¿Por qué, de seguir así la evolución de los usos sociales, no se va a poder ver como normal el abuso de menores en el futuro?¿O la esclavitud- tambien muy corriente en la Grecia clásica- ?...Hace unos pocos años todos nos dábamos la vuelta cuando veíamos a un homosexual por la calle y, de hecho, hasta hace nada, un homosexual era un maricón. Hoy todo el mundo presume de que la homosexualidad le parece normal.

Schauspi dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 13:51:

Lo que verdaderamente es una enfermedad es votar al psoe de zapaprogre