L D (EFE) En un acto con el que se ha estrenado el patio acristalado del Palacio de Cibeles, sede de la Alcaldía de Madrid, y al que han acudido, entre otros, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el cantautor Joan Manuel Serrat, Ruiz-Gallardon ha presumido de que la labor de los cuatro galardonado se ha desarrollado "en el contexto creativo y fecundo de Madrid".
Los cuatro premiados en este acto central de la festividad de San Isidro, patrón de Madrid, han intervenido tras recibir las medallas, Sabina para describir a la ciudad como "la más hospitalaria, la más callejera, la más abierta del mundo", una ciudad hoy "modernísima y maravillosa" que "te deja empezar a ser madrileño en el mismo momento en que te bajas del tren en la estación de Atocha".
Antes de despedirse diciendo: "estoy emocionado, abrumado y con Alzheimer", Sabina ha querido dejar claro que le gustaba más la vieja Casa de la Villa que el remozado Palacio de Cibeles, aunque ha reconocido que el nuevo patio acristalado es una "delicia".
Raúl González ha recordado sus orígenes "humildes", ha dicho que nació en la Colonia Marconi, al sur de la ciudad, y que allí se formó como persona y empezó a recibir unos valores que luego ha querido transmitir a todos los jóvenes que le tienen como modelo.
Además, ha expresado su apoyo a la candidatura olímpica de Madrid -cuyo logotipo recibía a los asistentes al acto a la entrada del edificio- y ha dicho que la ciudad "ha hecho un gran trabajo y se lo merece, los madrileños y todos los españoles nos lo merecemos".
José Tomás, que ha afirmado que "siempre es emocionante estar en Madrid el día de San Isidro", aunque "desgraciadamente" no sea para torear, ha asegurado que en esta medalla "quedan grabados todos los sueños de un niño que venía a Las Ventas con su abuelo" y también "todos los miedos y sensaciones" que ha sentido en esta plaza.
"Lo que un torero busca, lo que espera -ha confesado-, es salir por esa puerta grande, es hacer una buena feria, pero nunca que le den la medalla de oro de la ciudad en la que nació".
Paloma O'Shea ha asegurado por su parte que este reconocimiento le va servir "para seguir adelante y ayudar a este país en el progreso de la educación y de la música".
A cada uno de ellos ha dedicado el alcalde numerosos elogios: de O'Shea ha destacado su "fórmula", que combina "sacrificio individual y trato personalizado", y de Raúl que "su gentileza encarna como nadie el espíritu caballeresco y soñador de la casa madridista".
Ha dicho de José Tomás que es "uno de los más grandes maestros de todos los tiempos, severo y cabal, como mandan los cánones", y de Sabina que es "el hombre de las mil máscaras", "un tipo sensible metido a duro" y, muy a pesar suyo, "un clásico"
Al acto han acudido también, entre otros, el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, y el consejero de Presidencia, Francisco Granados; la portavoz del PP en el Congreso Soraya Saenz de Santamaría; el senador y presidente de honor del PP, Manuel Fraga, y el secretario general de UGT, Cándido Méndez.
También la escritora Almudena Grandes; el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; los portavoces del PSOE e IU en el Ayuntamiento, David Lucas y Ángel Pérez; y el secretario general del PSM, Tomás Gómez.
Mientras esto ocurría en Cibeles, miles de madrileños acudían a la Pradera de San Isidro para beber el agua del Santo y comer rosquillas "tontas" y "listas" y bocadillos de gallinejas, además de bailar chotis y pasodobles, muchos de ellos, pequeños y mayores, vestidos con los trajes madrileños, al menos con la gorra y el pañuelo, y algunos con parpusa.