Según ha explicado Lorenzo Losada, la retirada de los crucifijos se produjo a principios de curso y solo de las clases a la que asisten sus hijos y zonas comunes. No obstante, Losada ha dicho estar satisfecho "solo al 50 por ciento" con esa medida, puesto que hay crucifijos en otras aulas y hay otros aspectos que demuestran claramente el "carácter confesional" del centro.
Así, ha criticado la existencia de "publicidad o propaganda, como lo quieras llamar", de la campaña de cuestación católica del Domund, por lo que no ha descartado tomar futuras medidas para evitar que se siga produciendo este hecho.
Por su parte, fuentes de la Consejería de Educación han explicado que como el Consejo Escolar del centro no se pronunció sobre la demanda del padre sobre esta materia, de la que era competente, este recurrió a los tribunales y a la Junta de Extremadura.
Ambos procesos se tramitaron de forma paralela, pero antes de celebrarse el juicio hubo un acuerdo entre las partes y la Delegación Provincial de Educación que envió una resolución al centro para que se retiraran los crucifijos y otros símbolos religiosos, por lo que el Tribunal Superior de Justicia regional archivó la causa.