A Mariano Rajoy le cambia el gesto cada vez que le preguntan por la ley del aborto y, aún más, por la de matrimonio homosexual. Los populares están convencidos de que es el electorado de centro el que le dará las llaves para entrar en La Moncloa, y entienden que abrir este debate les perjudica y alimenta el "mensaje de división" del aparato socialista.
Los estrategas del PP se muestran seguros de que trasladando el mensaje de "alternativa económica" frente a la "nefasta" gestión del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero basta para ganar los comicios generales. "Todo lo demás sobra", arguyen quienes marcan la línea a seguir por el líder.
Ahora bien, en Génova también son conscientes de que tienen un colchón electoral de en torno a nueve-diez millones de votantes identificados con "el PP de siempre". Traducido: una formación con una postura firme en todos los palos, también en materia social.
Un contexto "complicado" a ojos de las fuentes consultadas, que aseguran que Rajoy tiene que hacer "malabarismos" para no molestar ni a unos ni a otros. Y eso fue lo que intentó hacer el lunes cuando, preguntado en Intereconomía por cuál es su postura sobre aborto y matrimonio homosexual, volvió a irse por las nubes.
Aborto: No da detalles de qué modificaría
Sobre la primera de las leyes aprobada por el Gobierno del PSOE, se comprometió a modificarla si bien no precisó qué aspectos retocaría si gobierna. La última vez que el jefe de la oposición tuvo que fijar postura sobre este extremo fue cuando, en un acto sectorial del PPC, un simpatizante le interrumpió al grito de "¿Y el aborto?".
Entonces, Rajoy fue igual de conciso a la par que ambiguo: "hemos dicho que no, hemos apoyado las marchas contra el aborto y lo hemos recurrido ante el Tribunal Constitucional", contestó sin dar más detalles.
En este sentido, la 'familia católica' del PP recuerda a Rajoy que no participó en la masiva manifestación a favor de la vida del diecisiete de octubre de 2009. "El presidente no quiere que este asunto se convierta en el eje del discurso político", explicaron las fuentes consultadas para argumentar el plantón.
Matrimonio gay: No dice si habrá reforma
Y si en Génova no gusta hablar del aborto, ni mucho menos sobre la ley de matrimonio homosexual. "Es un tema que los españoles ven como el pasado. Nadie quiere que se reabra ese capítulo de división", afirman en el PP, que recuerdan, no obstante, que el asunto está todavía en el Tribunal Constitucional.
"Escucharé la resolución del TC y luego escucharé a la gente", dijo Rajoy, dejando abierta la posibilidad de no tocar la norma pese a que el Alto Tribunal considerara inconstitucional el término "matrimonio" para las uniones del mismo sexo.
Dos asuntos incómodos para Rajoy, que pretende mantener la ambigüedad en su Programa Electoral para 2012 utilizando al Constitucional de parapeto para intentar poner buena cara tanto a unos como a otros. "Tenemos que conseguir el voto de centro sin perder a nuestro caladero de toda la vida y eso no es fácil. Sin embargo, con nuestro mensaje económico esperamos conseguirlo", sentencia, gráfico, un importante asesor de Génova.