(Libertad Digital) El delincuente albanés Astrit Bushi, cabecilla del grupo que asaltó y propinó una paliza al productor José Luis Moreno en su propio domicilio, debía declarar esta semana en Madrid y por ello fue trasladado a la capital desde el centro penitenciario de Puerto 3, en Cádiz, donde permanecía desde su arresto en noviembre de 2008.
En el juzgado número 3 de Alcobendas, debía prestar declaración por un delito distinto al del asalto a la vivienda de Moreno, por el que estaba en prisión provisional. El juez no encontró pruebas que le inculparan por el caso por el que le juzgaba, un robo en La Moraleja. Pero Bushi no debía haber salido en libertad, sino regresado a la cárcel. ¿Qué ocurrió para que el delincuente saliera por su propio pie del juzgado y sin que nadie se lo impidiera?
Tanto Interior como el Tribunal Superior de Justicia de Madrid han abierto una investigación. La clave es conocer la naturaleza del error que propició la libertad del peligroso capo: podría ser de naturaleza judicial o policial. El TSJM ya avanzó este sábado que descartaba que se tratara de un fallo judicial: el preso declaró "esposado" y salió "escoltado" por la Policía de la Sala desde donde debía ser trasladado de nuevo a prisión.
A falta de una respuesta oficial desde Interior, fuentes policiales consultadas por El País afirman que a los agentes se les informó de que el juez había decretado la libertad para Bushi y, según explica el diario, le quitaron las esposas y le dejaron marchar. Un mando policial lo cuenta así al periodista: "¿Qué saben unos policías que están simplemente encargados de la seguridad del edificio judicial? Les dijeron que había una orden de libertad y la cumplieron".
Otra clave de este nuevo escándalo podría ser, a falta de lo que concluya la investigación, un episodio de descoordinación entre la Policía y la Guardia Civil. Fuentes de la Benemérita explicaron a ABC que desde la unidad de protección y conducciones de presos enviaron un fax al servicio policial al que le correspondía la custodia en los juzgados de Alcobendas.
En la nota se informaba de la declaración de Bushi y se indicaba que tenía que ser custodiado hasta que fuera trasladado de nuevo a la cárcel. En efecto, el preso fue llevado a los juzgados por la unidad de protección y custodia de la Guardia Civil y después, ya en el interior, quedó a cargo de los agentes.