(Libertad Digital) En su intervención, el prestigioso historiador estadounidense aseguró que lo peor de la denominada memoria histórica "no es la falsificación de la Historia, sino las intenciones políticas que encierra". Y es que a su juicio, en este tipo de proyecto hay una intención partidista aún más perniciosa que la misma tergiversación histórica en la que se sustenta.
En el Congreso llamado "La Otra Memoria" organizado por la Universidad San Pablo CEU, Stanley Payne cree que se pretende "causar agitación social, reeditar el "frentismo" para provocar "una segunda transición". En este sentido, aclaró que si la primera transición se hizo para implantar la democracia, "una segunda marcaría el comienzo del abandono de la misma".
Además, Payne criticó la actitud de tibieza de los populares durante los últimos años con respecto al tema de la memoria histórica. De hecho, dijo que en 1993 el PSOE, ante la expectativa de perder las elecciones recurrió a la difusión de una versión sesgada de la Historia para "estigmatizar al PP". Sin embargo, esta teoría iniciada por los socialistas se vio reforzada por la actitud de los populares y por la "llegada de la ideología de la corrección política", que tiende a "identificar la cultura tradicional como victimizante".
Por ello, rebatiendo algunos de los mitos de la guerra civil utilizados por la izquierda como defensores de la libertad afirmó que "los revolucionarios no fueron defensores de la democracia porque, de haberlo sido, nunca hubiera habido guerra civil". Incluso sentenció que "ciertamente no es el juez Garzón el capaz de enjuiciar de un modo imparcial", en clara referencia al esperpento iniciado por el magistrado para investigar los crímenes de la guerra civil y el franquismo.