Según cuenta ABC este lunes, la retirada de la enorme esculutura de “La Piedad”, situada en el frontispicio de la basílica, se producirá de forma inminente aunque siempre después de las vacaciones de Semana Santa.
En este sentido, los informes de Patrimonio aseguran que los trabajos de restauración de este conjunto escultórico no puede realizarse “in situ” por razones de seguridad por lo que es “necesario proceder a su desmontaje para su posterior restauración”.
Sin embargo, la Fundación Juan de Ávalos, que se encarga de la conservación y mantenimiento del legado del autor, desaconsejan totalmente el traslado de “La Piedad”. De este modo, alertan de que esta pieza que pesa 150 toneladas y que está formada por 151 bloques de piedra supone “un elevadísimo riesgo de colapso y destrucción”.
Otro problema es que consideran que no se debe correr “el más mínimo riesgo de que se destruya porque no se podría volver a hacer nada igual” puesto que no se conservan los modelos originales. Además, los informes de esta fundación también avisan que el traslado de la pieza en su conjunto “sería practicamente imposible sin una disposición de medios con un coste desmesurado”.
Por ello, su apuesta para la restauración de “La Piedad” pasa por realizar los trabajos en su ubicación original para reducir costes y riesgos de que pueda ser destruida.