Para la joven Asociación Nacional por la Libertad Lingüística (ANLL) la decisión tomada hoy por el Senado es "una pésima noticia" y lo es, tal y como su Presidente Pablo Yáñez explica en conversación con LD, por dos razones: "Por el fondo y lo que supone de una nueva cesión al chantaje identitario", pero "también por la parte económica, por los 600.000 euros al año que va a suponer en gasto".
Alrededor de lo primero, desde la ANLL se denuncia que estos debates se mantienen "tratando de dar un aspecto de normalidad a algo que en absoluto lo es". Mientras, por lo que se refiere al gasto, anuncian que van a llevar el asunto a Europa "a ver qué opina de ese servicio de traductores y de su costo la Comisión Europea que nos está pidiendo austeridad y contención en el gasto".
De vergüenza
Además, Pablo Yáñez señala que la sesión en la Cámara Alta ha rozado lo grotesco: "El pleno me ha dado una sensación de lástima y de vergüenza, vergüenza por tener esos representantes", pero aún así nos dice que "dentro de la mala noticia", resulta "reconfortante que el PP ha sabido votar en contra".
Para la ANLL la noticia deberá analizarse "en clave de responsabilidades políticas", ya que "alguien ha puesto en marcha un mecanismo que los ciudadanos rechazan y más adelante tendrá que responder por ello".
Que no se ponga en marcha
Pablo Yáñez nos relata que desde su asociación van "a intentar que la idea no vaya adelante" (al fin y al cabo, el Senado hoy sólo ha admitido la propuesta a debate): "Vamos a tratar de crear un movimiento en la opinión pública que recuerde a los senadores que son servidores de los ciudadanos y no están para servirse ellos mismos ni para satisfacer las obsesiones identitarias de unos pocos".
Así, ahora se abre un "plazo para intensificar la información y tratar de que se pueda visualizar un estado de opinión que sin duda es contrario a esto". Pablo Yáñez también espera que "quienes hoy han votado a favor reflexionen", en clara referencia al PSOE.
Incluso antes de la votación la ANLL ha tratado de convencer a los miembros del Senado para que votasen en contra: este martes mando por correo electrónico una carta a todos los senadores haciéndoles ver la necesidad de votar en contra; y este mismo miércoles la misma carta se ha entregado en el propio Senado a los portavoces de los principales grupos parlamentarios.