(Libertad Digital) La crisis originada tras la presentación de una denuncia anónima sobre supuesta mala praxis médica en el hospital Severo Ochoa de Leganés cumple este lunes un mes con la investigación aún por concluir, a falta de que un Grupo de Expertos analice las historias clínicas de los fallecidos en Urgencias.
Un mes después de que se conociera públicamente la denuncia sobre mala praxis en la administración de sedantes en Urgencias y el coordinador de esta unidad fuera relevado temporalmente de su puesto, la Junta Técnico Asistencial y la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid todavía no ha logrado ponerse de acuerdo en la composición de este Grupo de Expertos. Estos revisarán las historias clínicas de los pacientes que recibieron sedación en las Urgencias del hospital desde finales de 2003, cuando se llevó a cabo la primera inspección.
Aquella inspección concluyó que no había habido mala praxis médica, mientras que la segunda inspección, ordenada por Sanidad tras recibir la denuncia, determinó, en su informe, que había irregularidades administrativas, 25 casos de sedación no indicada, no adecuada o excesiva, pero ni descartaba ni afirmaba mala praxis.
Un mes después de que se conociera públicamente la denuncia sobre mala praxis en la administración de sedantes en Urgencias y el coordinador de esta unidad fuera relevado temporalmente de su puesto, la Junta Técnico Asistencial y la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid todavía no ha logrado ponerse de acuerdo en la composición de este Grupo de Expertos. Estos revisarán las historias clínicas de los pacientes que recibieron sedación en las Urgencias del hospital desde finales de 2003, cuando se llevó a cabo la primera inspección.
Aquella inspección concluyó que no había habido mala praxis médica, mientras que la segunda inspección, ordenada por Sanidad tras recibir la denuncia, determinó, en su informe, que había irregularidades administrativas, 25 casos de sedación no indicada, no adecuada o excesiva, pero ni descartaba ni afirmaba mala praxis.
Este lunes el diario El Mundo arroja un poco más de luz sobre este caso. El 89,42 por ciento de los pacientes fallecidos que fueron sedados en el servicio de Urgencias que dirigía el doctor Luis Montes en el Severo Ochoa falleció antes de que transcurrieran 24 horas tras el inicio de la sedación. Además, según los datos que documenta El Mundo, el 59,83 por ciento de todas las personas que murieron en este servicio fueron sedadas.