El líder del Partido Comunista concede una entrevista a El País en la que arremete contra todo y contra todos. Francisco Frutos considera que "la izquierda no ha estado a la altura" tras la caída del régimen comunista, "un palo muy fuerte, que dura décadas y del que no nos hemos recuperado". Tampoco ha respondido cómo él quisiera a la situación actual.
Frutos considera que la URSS fue un fracaso estrepitoso, pero que si se hubieran "afinado las partituras" se habría podido instaurar definitivamnte. Con estos planteamientos, no suena extraño que se niegue a celebrar la caída del Muro que dividió al mundo durante décadas. "No, no... yo no celebro esas cosas, demagogias, las justas" dice el dirigente comunista, que se pregunta "¿Y el muro de Palestina?" en la habitual mención "progre" al conflicto de Oriente Medio.
Sobre la insignificancia política en la que se ha instalado Izquierda Unida, Frutos se niega a asumir responsabilidades. Los culpables los tiene claros: "Diego López Garrido, Cristina Almeida..." los "topos" que a su entender provocaron, con su fuga al PSOE, la "derrota sin paliativos de IU". Ademas, acusa a la formación de marginar a los comunistas.
"Llamazares hizo seguidismo del PSOE, y cuando haces seguidismo, la gente prefiere votar al original, no a la copia", sentencia Frutos. En contraposición, considera absurdas las calificaciones del PCE como "un partido dogmático, pequeño, sectario, que crea paraísos artificiales...nosotros estamos muy abiertos. El comunismo está en refundación desde hace muchos años".
Después de arremeter contra todo y contra todos, Francisco Frutos describe Izquierda Unida como "un referente político para las elecciones generales", a pesar de que justo ahora, abandone el partido que fundó.