L D (EFE) Según el último parte médico facilitado por el centro, Neira, que está ingresado en la planta de Medicina Interna, presenta una situación clínica "estable" y realiza ejercicios de rehabilitación.
La imagen de Neira, vestido con el pijama hospitalario y sentado en un sillón al lado de su mujer, Isabel Cepeda, que sonríe de pie junto a él, ocupa este viernes la portada del diario El Mundo, a quien el profesor ha asegurado que "lo volvería a hacer".
"Lo volvería a hacer, sin duda. Una y mil veces lo volvería a hacer", asegura Jesús Neira, que recibió una paliza por defender a una mujer a la que golpeaba su pareja.
"Frente a las agresiones a las mujeres no se puede ser neutral (...) Hay que intervenir sin pensar en otra cosa -dice Neira-. Estamos en un momento de involución y hay personas que no quieren saber nada de los demás. No se puede dejar que se golpee salvajemente a una mujer".
El profesor se manifiesta convencido de que las personas no deben tener miedo a intervenir cuando vean una injusticia, como la que él presenció. "Les pido ánimo, que no tengan miedo, que tengan humanidad y piensen en los demás. Hay que evitar las agresiones. Los que tienen que tener miedo son los maltratadores, no los que defendemos la paz", resume el profesor.
Considera "increíble" que este año hayan muerto setenta mujeres en España a manos de sus parejas y ex parejas y cree que "eso no puede seguir así: hay que intervenir", insiste. "Hay que aglutinar a la gente para que tome conciencia y sea capaz de actuar por respeto a la mujer y por respeto a todos. El silencio, ver oír y callar, es un enemigo para todos. Así muchas de estas agresiones se podrían evitar", considera.
Aunque el paciente sigue "grave" y está muy débil, sus enormes ganas de vivir y el gran trabajo de los médicos "que han hecho un milagro", según su mujer, han conseguido que Neira sólo piense ahora en emprender un largo viaje por mar.
También tiene "muchas ganas" de volver a su trabajo en la Universidad y retomar su programa de Teoría del Estado y Derecho Constitucional. "Estoy deseando volver al trabajo porque nadie me va a cambiar por un atropello", señala Neira.
Sobre su agresión recuerda un primer golpe por la espalda, "a traición": "No sé de dónde vino", afirma. Tiene "muchas lagunas sobre lo que le ocurrió y mezcla las cosas que ha oído con cosas reales y con otras imaginarias", algo que los médicos consideran "normal" en su situación, ha explicado a EFE su esposa, el día que fue trasladado a planta.
La familia de Neira confía en que, a partir de ahora, ya no haya ningún revés, aunque admiten que están "preparados porque los retrocesos son posibles, aunque cada vez más improbables a medida que él va estando más fuerte".