Ni Belén Esteban es tan bien tratada en la cadena de Paolo Vasile. Telecinco anunciaba este miércoles que su jefe de informativos, Pedro Piqueras, entrevistaría al presidente del Gobierno. Pero finalmente el formato distó bastante de lo que hasta ahora conocíamos por entrevista.
Piqueras se limitaba a plantear un tema y Zapatero se lucía sin límite de tiempo. Ni una sola repregunta, sino más bien apostillas para apuntalar las afirmaciones del "señor presidente". Se atrevió a mencionar alguna idea discrepante, pocas; eso sí, siempre precedida de un "perdone presidente, hay quien dice..." o "algunos analistas sostienen". No vaya a parecer que Piqueras piensa por sí mismo.
Es la moda y no podían faltar los ciudadanos convenientemente seleccionados que plantean preguntas "espontáneas" al presidente. Tal como está el patio había que mostrar cierto desencanto, pero nada que incomodase realmente al "señor presidente". Un parado, una madre soltera y unos pensionistas disgustados, sí, pero que no hacían otra cosa que pedir amparo al bondadoso Zapatero.
Para que el homenaje de Piqueras fuese completo, dos caras conocidas. La primera un "joven de éxito, solidario y concernido": el actor Luis Tosar, de 39 años, que trasladó al "señor presidente" una sesuda reflexión sobre la problemática del paro. El otro elegido fue el futbolista asturiano David Villa para platear el problema de la minería del carbón, convenientemente introducido por Piqueras con una sentimental apelación al origen leonés del vallisoletano Zapatero. Todo muy bonito.
El colofón del servicial Piqueras –faltó la reverencia– fue la entrega final, a modo de regalo, de un pendrive a Zapatero con todas las preguntas enviadas por la selecta audiencia de Telecinco, para que el presidente "reflexione".