De nada han servido los desafíos de los sectores nacionalistas y progresistas de la iglesia vasca ni sus exigencias al Vaticano. Desde Roma tenían claro que había que dar un giro total a la Iglesia en el País Vasco, convertida en un erial, sin vocaciones y siendo junto con Cataluña la región más secularizada de España. Será el 11 de octubre cuando tome posesión de su nueva misión.
El primer movimiento fue la llegada de monseñor Juan Ignacio Munilla a San Sebastián, lo que generó grandes protestas. El segundo era el nombramiento de Mario Iceta, hasta entonces auxiliar en Bilbao, como titular de esta diócesis vizcaína. Dos sacerdotes jóvenes, fieles al Magisterio, a Roma y alejados del nacionalismo.
Este nombramiento fue avanzado por Libertad Digital el pasado mes de febrero y desde entonces un sector de la iglesia vizcaína ha intentado por todos los medios evitar que se llevara a término. También desde el PNV llegaron críticas a este obispo.
Para ello, cientos de sacerdotes y fieles enviaron una misiva al Vaticano que tuvo una respuesta contundente de Roma. El Papa nombraría como obispo de Bilbao a aquel que la diócesis necesita en este momento, y éste pasaba por la llegada de Iceta. En esa carta aparecían también las firmas de algunos altos cargos de la Curia vizcaína.
Sin embargo, la guerra abierta en torno a este nombramiento no acabó ahí. Los fieles al Vaticano y defensores de Iceta se rebelaron contra las presiones nacionalistas y realizaron un manifiesto de apoyo al prelado. Más de dos mil personas dieron su apoyo al que ya es su nuevo obispo.
La principal crítica a su nombramiento es su no adscripción al nacionalismo. Vasco de pura cepa, Mario Iceta Gavicagogeascoa nació en Guernica y hablá euskera perfectamente. Y esto es precisamente lo que más duele a los nacionalistas. Ellos exigían un obispo vasco y euskaldún y ahí lo tienen. Pero él prefirió seguir a Roma y no a las huestes nacionalistas que han hundido una región antaño cuna de misioneros.
Por ello, Iceta eligió formarse fuera del País Vasco y acudió a la Universidad de Navarra y culminó su formación sacerdotal en el Seminario Diocesano de Córdoba en 1994. Allí llegó a ser vicario general antes de ser nombrado auxiliar de Bilbao.
Además, la formación del prelado es extensa puesto que es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra (1995), con una tesis doctoral sobre Bioética y Ética Médica y doctor en Teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II para el estudio sobre el Matrimonio y Familia de Roma (2002) con una Tesis sobre Moral fundamental.
A partir de ahora sustituirá en el cargo a Ricardo Blázquez, actual arzobispo de Valladolid. Blázquez realizó una labor ingente desde que llegó al País Vasco en 1995 y fue muy mal recibido por los nacionalistas. Cabe recordar a Arzalluz hablando de "ese tal Blázquez". Ahora el Vaticano apuesta por energías renovadas en los obispos vascos que intenten reconducir la situación.
Desde su cargo de auxiliar y como obispo más joven de España, con 45 años, Iceta luchó contra la nueva ley del aborto y criticó la hipocresía del PNV, al que les ha recordado en varias ocasiones sus orígenes católicos. Además, monseñor Blazquez le conminó la tarea de intentar resucitar un seminario casi vacío y que durante años fue cuna del nacionalismo. Y aunque la cosa no está todavía muy boyante, es actualmente el que más seminaristas tiene en todo el País Vasco.