(Libertad Digital) El autor de Los que le llamábamos Adolfo (La Esfera de Los Libros, 2007) admitió su contrariedad por la lectura que de su libro ha hecho “un sector de la familia” del ex presidente del Gobierno, que este martes cumple 75 años.
Luis Herrero subrayó que era él quien había tomado la iniciativa de “liberar” de su compromiso a los cinco presentadores que habían sido invitados al Hotel Palace de Madrid para introducir el libro. Se trata de Fernando Halcón, Aurelio Delgado (quien, sin embargo, sí asistió como público oyente a la presentación recibiendo el agradecimiento expreso del autor), Gustavo Pérez Puig, Manuel Santana y José Luis Graullera.
“En cuanto me di cuenta de que podían sentir incómodos”, por el malestar de “un sector de la familia Suárez” con el libro, “les expliqué que no los he invitado a un acto que suponga el más mínimo asomo de incomodidad para ellos, porque la presentación ha querido ser en todo momento un tributo de amistad” a Adolfo Suárez, con el que Luis Herrero creció, dado que su padre, el ex gobernador civil Fernando Herrero, fue mentor político de Adolfo Suárez.
Pero la presentación estaba asegurada –"Socorro Federico estoy en un apuro", dijo Herrero– y el vicepresidente de Libertad Digital y director de La Mañana, Federico Jiménez Losantos compartió mesa y micrófono con su amigo.
Dijo que su obra "nace con polémica" y subrayó que él no la quiere "alimentar", a lo que añadió, minutos después, que "todas las opiniones son legítimas". Herrero ha destacado de su propio libro el sentido de homenaje y expresión de “un afecto ilimitado” que tienen todas sus páginas. Los que le llamábamos Adolfo, dijo, “no es una obra de referencia para historiadores, sino una aproximación íntima de alguien que lo trató como a uno más de la familia”.
El autor destacó la “ambición” y la “valentía” como las dos cualidades más representativas de la personalidad de Adolfo Suárez, una persona a la que, dijo, quiere "con locura infinita".
Según Herrero, a Suárez "le gustaba mucho el poder y no lo ocultaba". "Suárez tuvo la ambición de "cambiar a mejor el país y que los españoles nos reconciliáramos", defendió Herrero, quien calificó al ex presidente como "una persona con principios y límites que utilizó el poder en beneficio común y no propio", por lo que, añadió, le convierte en el mejor presidente del Gobierno que ha tenido España. "Su audacia –continuó– le hacía marcarse un objetivo y no dejar de perseguirlo por el hecho de que entrañase un riesgo". "Hay quien esa audacia la puede ver como un gesto de chulería", ironizó Herrero, "pero toda virtud viene seguida de algún defecto, y Adolfo era más chulo que un ocho".
La primera parte del libro cuenta las impresiones de Luis Herrero cuando, "con los ojos de un niño", comenzó a tratar y conocer a Adolfo Suárez gracias a la amistad que le unía a la familia Herrero-Tejedor. "Me abrió las puertas de un mundo mágico que era inalcanzable para otro niño", reconoció Herrero. Entre las virtudes que Herrero destacó de la figura de Adolfo Suárez, añadió el "hacerte sentir importante porque le preocupaba el ser humano". Además, el eurodiputado recordó que Suárez fue un "magnífico comunicador" porque sabía "individualizar la conversación para hablar de tus problemas concretos".
Federico Jiménez Losantos, por su parte, fabuló con sarcasmo sobre “ciertos rumores” originados por los intentos de acallar el libro de Luis Herrero. “Debo empezar desmintiendo que el libro vaya a ser secuestrado, como le ocurrió a la revisa El Jueves, un rumor que probablemente haya difundido la propia editorial”, dijo el director de La Mañana de COPE.
“Tampoco es cierto que el Elefante Blanco y Armada estén camino del hotel Palace (donde tuvo lugar la presentación del libro). Tuvieron su ocasión y la perdieron”, comentó.
Más difícil de desmontar, dijo, es el rumor que señala que “Gallardón ha publicado un bando municipal impidiendo que se lea este libro”, lo que provocó la carcajada del público que abarrotaba uno de los salones del hotel.
El también escritor destacó que el libro de Luis Herrero le ha enseñado a apreciar la figura de Adolfo Suárez como la de un valedor de “la legitimidad democrática frente a lo fáctico”, una lección de enorme vigencia en la España actual, señaló Jiménez Losantos.
“Después del 11-M”, explicó Losantos, “vivimos la apoteosis de lo fáctico. Tenemos que hacer como si no hubieran matado a 200 personas para cambiar al Gobierno de España. Desde entonces, llevamos un algodón que amordaza. Quieres hablar y no te sale la voz. Lo fáctico está asentado en la España actual, porque si no, sería una nación, además de libre, sin los problemas que ahora tiene”
Para Jiménez Losantos, “Suárez era consciente de la legitimidad, y de que su primera obligación era defender la legitimidad, no por la fuerza, sino por las urnas”, una cualidad que el libro de Herrero sabe poner de relieve.
“Suárez creía en la soberanía nacional, creía en España”, destacó Jiménez Losantos del ex presidente, al igual que su valor en los momentos difíciles: “Es el tío que se queda sentado cuando todos se tiran al suelo” durante el golpe de Estado del 23-F. “Eso queda ahí, en las hemerotecas”. El libro de Luis Herrero, dijo su presentador, “ha hecho una gran defensa de lo legítimo” y señala que “el valor en política es fundamental”.
Entre las muchas personas que acudieron al acto celebrado en el Hotel Palace de Madrid se dieron cita Eduardo Zaplana, Vicente Martínez Pujalte, Manuel Pizarro, Javier Gómez de Liaño, María Dolores Márquez de Prado, José María Álvarez del Manzano, Enrique López, Jaime Peñafiel, Alberto Recarte, Javier Rubio e Ignacio Villa.