Por más que así se empeñe en publicitarlo Telecinco, lo que vivió este sábado en La Noria Luis del Olmo no fue una entrevista: fue un bochornoso acto de exaltación de su figura, con contertulios cómplices que, durante una hora, se afanaron por llevarse el premio de "a ver quien dice el piropo más gordo" al periodista.
Sin ningún tipo de actitud crítica, Jordi González –presentador del espacio- dejó que sus colaboradores transcurriesen por los 30 años de profesión de Del Olmo, con el único criterio de reverenciar su calidad humana, periodística, personal, y casi divina: "Lo que yo no entiendo es porqué no te han dado todavía el Premio Príncipe de Asturias a la comunicación" se lamentaba Jimmy Jiménez Arnau. Un sonriente y complacido del Olmo, contestó tajante: "Pregúntaselo a tus compañeros". Y el plató estallaba jubilosos en aplausos.
El periodista, reiteró cuál sería su radio soñada, como ya ha manifestado en otras ocasiones :"Que se fusionasen COPE, Onda Cero y Punto Radio". Los tertulianos preguntaron si era "con COPE ahora que no está Federico" a lo que Del Olmo desdeñó al periodista y dijo: "bueno, Federico está ahora probando lo que es emitir con pocos kilovatios".
Insultos a Pedro J. Ramírez, y halagos para Garzón
Del Olmo, pausó el festival de halagos y reverencias en una ocasión, y con un objetivo claro: exaltar a su "íntimo amigo" Baltasar Garzón y defenestrar al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, insultándole sin ningún decoro. Más que hablar ó opinar sobre el magistrado, el periodista de Punto Radio postuló: "Hablo todos los días con Baltasar Garzón. El tal Pedro Jeta Ramírez ha enviado a una compañera para fisgar qué es lo que hace en el Tribunal Superior de La Haya, cuándo sube, cuándo baja, a qué restaurante, con quién va...". Entonces, con una conveniente pausa dramática, Del Olmo miró a cámara, y con una enternecedora mirada, dijo contundente: "No hay derecho. No hay derecho. España le debe a Baltasar Garzón mucho". Conmovedor.
Y prosiguió: "Hay muchos amigos que no están de acuerdo conmigo, yo tengo amigos y familiares que me dirán: Luis te estás pasando" aseguró, mientras ponía una mano en el corazón y proclamaba: "A estas alturas de mi vida es muy difícil poner ya las manos sobre alguien. Yo pongo mis manos y mi vida por Baltasar Garzón" y La Noria se llenó de aplausos entregados.
Melancólico, Luis del Olmo continuó: "Algún día, con o sin Pedro Jeta Ramírez, Baltasar Garzón entrará en su casa, en su España, en su puesto, y en el Tribunal de su Audiencia Nacional", concluyó, con un gesto de emoción, entre bochornoso e impostado.
María Antonia Iglesias y Luis del Olmo: una historia de amor-odio
Los contertulios no habían tenido suficiente, y le jaleaban para que continuase con la lacrimógena escena de defensa de su amigo. Terelu Campos le instaba a no pedir disculpas, a continuar expresando "la verdad". En este ambiente almibarado, no sirvió de nada el intento de Alfonso Rojo por centrar las causas reales del encausamiento de Garzón, que el leonés despachó con uno de los argumentos predilectos de los garzonitas recalcitrantes: "Tú sabes que mientras el resto de las jueces se van a su casa a las 6 de la tarde, Baltasar Garzón se quedaba en su despacho a las diez de la noche" y solo admitió que "naturalmente que ha tenido sus errores un hombre que ha trabajado tanto por esta Justicia". Pero el resumen final, quedó claro: "la justicia española tiene muchos errores y con Baltasar Garzón no ha actuado bien".
Terminada esta pausa, y con los tertulianos en plena forma para proseguir con el festival de halagos, hacía entrada la llamada estrella de la noche: María Antonia Iglesias, que desde el hospital no quería perder su turno de exaltación.
Iglesias instó al universo a tomar ejemplo de Luis del Olmo para "aprender una cosa en lo que Luis es maestro: Aprender democracia" porque según dijo, da "lección de ecuanimidad, de paciencia, de ser demócrata de verdad y no de boquilla". Complicado quedarse con uno sólo de los piropos que le dedicó: "Él es la radio con mayúscula de oro, lo quiero muchísimo, lo considero una gran persona y conmigo ha tenido una relación ejemplar", decía una emocionada María Antonia.
Pilar Eyre trató de poner cordura, recordando que la historia de amor de estos dos "grandes del periodismo" no fue así siempre. De hecho, Maria Antonia contó cómo se querelló contra el leonés, por llamarla "rata sectária del periodismo", y Eyre recordó que Del Olmo le había dedicado aún más gruesas palabras en el pasado: "Tú dijiste que Maria Antonia Iglesias demuestra a diario cómo se manipula una información".
Del Olmo zanjó la polémica reconociendo que "he sido el enemigo número uno de María Antonia cuando dirirgía los informativos" pero que, con el tiempo, "todos cambiamos. Quedó en agua de borrajas " y puso por ejemplo, de nuevo, a "Pedro Jeta".Para quienes alberguen dudas de porqué el leonés merece tanta reverencia, él mismo dejó la explicación: "A lo mejor en estos 700 años que llevo haciendo radio he sido buena persona y eso es rentable" concluyó.