(Libertad Digital) Por tercera vez en menos de un año los sindicatos de Telemadrid están llevando a la televisión pública madrileña a mantenerse sin una emisión normalizada durante 24 horas. La dirección de la empresa ha denunciado el paro como un "abuso", una irresponsabilidad en el entorno de crisis en el que están los medios de comunicación y un " un enfrentamiento con la dirección que busca más el rédito político y el silencio informativo que el bienestar de los trabajadores de Telemadrid".
La razón que esgrimen los sindicatos en esta ocasión es, cuanto menos, sorprendente: dicen ir a la huelga por el despido de tres trabajadores, una salida que se ha producido de mutuo acuerdo entre estos y la empresa y que, tal y como comunica la compañía, ha sido indemnizado de forma generosa por la compañía: 45 días por cada año trabajado, lo que se convierte en una importante cantidad para trabajadores que llevaban entre 18 y 24 años trabajando en Telemadrid.
La dirección de la emisora pública señala que esta huelga y muchas de las reivindicaciones que están haciendo los sindicatos son una clara muestra de insolidaridad con el resto de los trabajadores de la Comunidad Autónoma, que atraviesan por una situación muy complicada en la que demandas como subidas salariales entre el 3 y el 6 por ciento o el aumento en dos más los días que pueden tomarse libres los trabajadores parecen sacadas de una realidad muy distinta a la del duro mercado laboral español.
Hay que tener en cuenta que el salario medio en Telemadrid asciende, según la propia empresa, a unos 42.000 euros al año. Y las condiciones laborales son mejores que las de compañías similares, así en relación con la media de las televisiones autonómicas españolas, Telemadrid tiene un 6,7 por ciento más de contratos fijos, un 12,3 más del salario /hora y el 31,7 por ciento más de permisos retribuidos.
Todo esto lleva a la dirección de Telemadrid a afirmar con fundamento que esta es, como las anteriores, una huelga política y a advertir de que la "obcecación sindical" está complicando de una forma muy seria el futuro de la compañía y de sus 1.280 empleados.