L D (Europa Press) A través de un comunicado, los cuatro sindicatos policiales representantes de la plantilla de la Jefatura Superior de Melilla, expresaron su "enorme preocupación" por el estado de salud del jefe de fronteras "como consecuencia de los lamentables hechos" que tuvieron lugar la tarde del jueves tras la reunión celebrada a instancias de la Aduana Marroquí.
En el encuentro participaron una delegación oficial compuesta por el delegado de la Agencia Tributaria en Melilla, el delegado de la Aduana Española, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, comandante segundo jefe, jefe superior de Policía e inspector jefe, jefe de fronteras.
Entonces, según denuncian los sindicatos, "ante la pasividad y la desbandada de la policía marroquí y 'Mehaznia', un grupo de unos 200 exaltados y un número indeterminado de delincuentes habituales quisieron linchar, apalear, lapidar, agredir, amenazar e insultar a la referida delegación oficial, siendo el centro de todas las iras el jefe de fronteras".
El portavoz del movimiento "Comisión Coordinadora de Derechos Humanos en Marruecos", Said Chramti, ha amenazado con que repetirá "lo mismo" con los policías y jueces españoles que pasen a Marruecos. "Todos los policías y jueces que se atrevan a pasar la frontera les va a ocurrir lo mismo que a Goya", afirmó.
Según informa La Razón en su edición del sábado, los atacantes son afines a las tesis de los alborotadores, que durante todo el verano han organizado cortes y concentraciones en las fronteras de la ciudad española por la supuesta rigidez de los controles administrativos en los puestos aduaneros españoles.
Según el diario, el detonante de las agresiones fue la presencia dentro de la comitiva del jefe de la Policía en los puestos fronterizos melillenses, Vicente Goya, al que los agresores acusan de liderar dicha política restrictiva. Fuentes conocedoras de los hechos revelaron que la tensión se centró en la presencia de Goya, no en el resto de mandos, según afirma La Razón.
"No es un incidente menor"
UFP, SUP, CEP y SPP subrayaron que "esto no es un incidente menor, sino un ataque en toda regla a las instituciones gubernamentales españolas ligadas a los tratados de 'Schengen'.
En su opinión, "si esto sucediera al contrario, el Reino de Marruecos hubiera calificado el asunto de conflicto diplomático internacional y seguramente ya habría llamado a consultas al embajador marroquí en España" después de admitir que "por mucho menos lo hicieron hace muy pocas fechas".