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EL ALAKRANA SIGUE EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA

Los piratas se casan tras el rescate y los marinos desmienten a Defensa

El final del secuestro del Alakrana no ha sido el final de polémica sino más bien todo lo contrario: al acoso que la oposición inició en la sesión de control de este miércoles hay que sumar las noticias que llegan de Somalia y las contradicciones entre las distintas versiones de lo ocurrido.

El final del secuestro del Alakrana ha tenido un impacto notable tanto en la vida económica como en la sentimental de la localidad de Haradhere, que sirve de base al clan de los piratas que asaltaron el atunero español.

Por lo que respecta a lo sentimental, tal y como cuenta El Mundo hasta ocho de los piratas que participaron en el secuestro han decidido formalizar sus respectivas relaciones de pareja y unirse en matrimonio, una vez que su parte del botín les permitirá afrontar con holgura los gastos que una boda siempre supone.

Pero el dinero del rescate no sólo tiene este benéfico efecto, también es la causa de la gran cantidad de orgías que se están celebrando en la ciudad y del brutal incremento de precios de algunos servicios como la prostitución que, según el corresponsal del periódico de Unidad Editorial, ha sufrido una inflación de un 1.000%, similar al de productos como el khat, la droga más popular en la zona.

Las celebraciones, que van a durar días y en las que todo el pueblo está mostrando su orgullo por el "logro", se iniciaron cuando se tuvo la seguridad de que no iba a haber ningún ataque sobre la pequeña ciudad.

Versiones contradictorias

Mientras, también sigue la polémica en lo que respecta a lo ocurrido tras el rescate, a pesar de la insistencia de Defensa en que sí se disparó al último esquife de piratas, el capitán del barco se ha reafirmado en su negativa: "Pongo la mano en el fuego. Nadie ametralló. No lo puedo asegurar categóricamente, pero al 99% lo cuento", ha dicho a ABC Iker Galbarriatu.

Defensa aseguraba este miércoles que el capitán del atunero no había podido oír los disparos porque se el barco se encontraba ya en otra zona, pero la versión de Galbarriatu es completamente diferente: "Cuando vimos que salían los últimos (en alusión a los corsarios somalíes), entonces nos dirigimos hacia la zona donde nos esperaban las dos fragatas con los helicópteros. Y ahí... No hubo disparos".

Además, este relato de los hechos coincide con el del Ricardo Blach, el patrón del barco: "¡Bastante trabajo tenían con custodiarnos para que no nos volviese a coger el otro pesquero que estaba ahí al lado, y que era de otro grupo! No hubo disparos".

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