L D (EFE) Javier Boada, uno de los españoles del grupo, señaló que lo más positivo de toda la experiencia es ver "que 200 personas, de diferentes continentes, pueden vivir encerradas en el mismo sitio", si bien, volvió a señalar, "ayudó el hecho de que no se produjera ningún contagio durante ese periodo".
Tanto él como dos españoles más, de origen vasco, y su socio (indio), todos ellos afectados por la cuarentena, salieron inmediatamente a "cenar y a respirar", uno de sus deseos más inmediatos. La única mujer entre los ocho españoles confinados en el Metropark señaló que el establecer una "rutina diaria" fue una de las cosas que le ayudó a mantener la calma.
Para permitir una salida ágil, la policía cerró varios tramos de las calles aledañas al hotel, donde alrededor de un centenar de medios de comunicación esperaban la salida. Numerosos huéspedes salieron del establecimiento entre dos filas de empleados haciendo fotos y grabando con sus cámaras la salida, más propia de una ceremonia de premios que de una crisis sanitaria.
Minutos previos a la hora fijada para el final de la cuarentena todos los efectivos policiales se quitaron las mascarillas que habían portado durante toda la semana, un símbolo de vuelta a la normalidad, como también lo fue el arrancar todas las cortinas improvisadas que aislaron el lobby del hotel del objetivo de curiosos y periodistas en los últimos siete días.
Hasta las puertas del Metropark llegaron igualmente representantes de las misiones consulares con nacionales afectados por la medida, entre ellos Juan Luis Flores Arroyuelo, cónsul de España en Hong Kong, quien fue saludado por el jefe ejecutivo local, Donald Tsang, a la llegada de éste al hotel.
Con su presencia, Tsang deseó no sólo "un buen viaje" a los que decidieron partir este viernes de Hong Kong, sino una "estancia agradable" a los que se quedaran unas noches más. También aprovechó para alertar a aquellos que "piensen que el riesgo ha desaparecido". El representante máximo de Hong Kong subrayó que "éste no es más que es el principio en la lucha contra el virus".
Además de Tsang, York Chow, secretario de Salud y Alimentación, repitió este viernes que la estrategia más importante para Hong Kong seguía siendo la "contención" y pidió que se evitara la "complacencia".
Además de los 8 españoles, dos ciudadanos de nacionalidad mexicana dejaron este viernes el Hospital Princesa Margarita, donde se encontraban en cuarentena. En este mismo hospital seguirá en observación el único caso confirmado de gripe AH1N1, el de un turista mexicano de 25 años.
Las autoridades no se han movido de su posición inicial, que es la de no darle el alta hasta que el equipo médico que lo atiende considere que no es "infeccioso" para la comunidad.
En la madrugada del 6 de mayo, un avión fletado por el Gobierno mexicano para repatriar a sus nacionales a raíz del virus de la gripe AH1N1 partió de Hong Kong tras hacer escala en Shanghai, Pekín y Cantón.
En la etapa hongkonesa recogió a 12 connacionales, ocho turistas y cuatro ciudadanos que se encontraban en cuarentena (dos de ellos en el Metropark y otros dos, los compañeros de viaje del contagiado con la gripe A, en el Princesa Margarita).