Cuando una mujer, sabiéndose totalmente defendida por la ley, abusa de esa prerrogativa y se dedica a martirizar a su pareja masculina, hasta poner a ésta en la disyuntiva del suicidio o del asesinato, y al final la víctima opta por la segunda opción, ¿no sería el típico caso en que habría que hacer uso de la "atenuante", bien por ofuscación o por legítima defensa, más que una agravante por el hecho de ser tu martirizadora del otro sexo? Sólo pregunto...
Bueno, ya se sabe que cuando un hombre se casa pierde sus derechos en favor de la mujer.
Me sobra un ministerio.