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El intento de la SGAE de cobrar por la música tradicional enfrenta a los músicos

Diversos representantes de música tradicional han exigido a la SGAE un mayor control sobre los derechos para evitar fraudes en la autoría. El gaitero Hevia, que forma parte de la entidad, niega que la sociedad trate de hacer caja. Otros coinciden en exigir un trabajo más "metódico" a la entidad.

Conocidos representantes de la música tradicional asturiana expresaron esta semana su exigencia a la Sociedad General de Autores Editores (SGAE) para que realice peritaje y mayores controles de las obras que se registran, a fin de evitar que determinadas personas se atribuyan los derechos de autor de conocidos temas anónimos. Sin embargo, el gaitero José Ángel Hevia, directivo de la entidad, niega que exista este problema y recalca que la SGAE sólo cobra derechos por arreglos o versiones de temas tradicionales registrados por otros grupos.

Todos ellos ofrecieron su opinión al respecto del proceso judicial abierto entre la SGAE y el Ayuntamiento de Cabranes, a raíz de la demanda presentada por la Sociedad, que reclama al Consistorio 7.500 euros por derechos de autor. Aunque muy pequeña, de sólo 96 euros, existe una parte que corresponde a la interpretación de temas tradicionales por parte de la Banda Gaites Villaviciosa y diversos grupos de baile. De hecho, el director musical de esta formación declarará como testigo en el juicio, para defender que sólo ha tocado temas tradicionales y no ninguna versión de ningún otro músico.

A este respecto, Hector Braga, músico y musicólogo, exigió a la SGAE un peritaje y un mayor control de las obras que se registran, pues tiene claro que existe el problema de que determinados autores inscriben a su nombre temas tradicionales. El mismo mantuvo hace unos años un proceso contra la Sociedad, tras serle reclamada la autoría de determinadas piezas de bandurria que él había recuperado en un álbum, y que estaban inscritas a nombre de otro autor. En el juicio, con grabaciones en mano, consiguió demostrar que los temas eran anteriores a dicha inscripción, y no tenían intérprete conocido.

Fue un punto de vista en el que coincide Xosé Ambás, gaitero del grupo N'arba, y vocalista de Tuenda, conjunto que arregla melodías tradicionales, que él recupera tras grabar canciones que consigue recorriendo pueblos y aldeas asturianas. Su trabajo se ve reflejado en la TPA, en el programa 'Camín de cantares'. "Estoy totalmente en contra de que nadie reciba beneficio por la música tradicional", señaló. Sin embargo sí se mostró conforme con que haya arreglos registrados e instó a los músicos asturianos a hacerlo. Por este motivo, exigió a la SGAE un mayor trabajo de control de lo que se registra, a fin de evitar que sean arreglos, y no melodías tradicionales.

Xune Elipe, cantante de Dixebra, y responsable de Discos L'Aguañaz, casa que edita a muchos de los grupos de folk asturianos, fue aún más exigente: "la SGAE debe hacer un trabajo mucho más metódico" porque Autores "no sabe ni lo que registra ni lo que cobra", declaró antes de considerar que exigir derechos de autor por música tradicional "sería una atrocidad".

No hay problema

Sin embargo, el gaitero Hevia tiene claro que ese problema no existe. "Hay ignorancia. No hay ninguna canción tradicional a nombre de nadie. Eso no existe", señaló tajante. Puso varios ejemplos: "Remis Ovalle graba en los años 70 la 'Muñeira asturiana', con el ese título, y cobra desde entonces legítimos derechos de autor por eso, por una melodía tradicional que arregló". "Si se toca la 'Muñeira Asturiana' de Remis, cobrarán los herederos de Remis, y se alude a la 'Muñeira Asturiana' del Gaiteru de Veriña, que también está registrada a su nombre, la referencia a la SGAE va a parar a los herederos del Gaiteru de Veriña", explicó.

Según Hevia, "esta práctica de tomar la música tradicional como materia de trabajo es normal en los gaiteros y los grupos de folk de ahora, y era normal en Rimsky Korsakov cuando compuso la 'Alborada asturiana para gaita', y con Joaquín Rodrigo, y con infinidad de autores, tanto clásicos como populares". Matizó además que se da tanto con la música asturiana como "con la de autores que ya fallecieron hace más de 90 años, y su trabajo pasa a ser de dominio público". "Que sea de dominio público no quiere decir que no genere derechos de autor, sino que genera derechos de autor a quien la transforma y la registra", añadió. Ejemplificó con el 'Himno de la Alegría' de Miguel Ríos. "Los derechos no van a parar a los herederos de Beethoven porque ya expiraron, van a parar a Miguel Ríos", añadió.

A Hevia le parece bien que "haya gente 'amateur' y que no cobre por su música, y que la regale, pero los que nos sentimos profesionales y queremos cobrar por nuestro trabajo, estamos en perfecto derecho de hacerlo".

No a registrar los arreglos

En este punto, mientras el resto de músicos se muestra conforme con el registro de arreglos, Braga expresa el punto de vista contrario. A su juicio, registrar arreglos de temas tradicionales es "una irresponsabilidad", si bien deja claro que es "una opción personal". "Yo creo que el que registra es porque quiere más dinero, y es la lucha que yo personalmente tengo con la gente de la música tradicional", comentó. "El que quiera más dinero que lo pida, que cobre más; si estima que su trabajo vale más que pida más por una actuación", afirmó.

A continuación explicó que si él tiene un arreglo le valdría con que se dijera que lo hizo. "Me interesa por el contrario que se toque lo que yo hago. Si soy arreglista, no tiene sentido que registre eso, y que cobre cada vez que se toca en una banda de gaitas, porque se estoy perjudicando a la propia música y va llegar el día que no se pueda contratar a una gaita y un tambor", afirmó. Desde su punto de vista, "por este camino vamos a aniquilar la música tradicional, por el propio egoísmo de la gente que registra".

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