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Los espectadores de La Noria, silenciados por apoyar a Esperanza Aguirre

La Noria, el programa de Telecinco presentado por Jordi González que mezcla temas de corazón con actualidad política y que tiene entre sus más ilustres tertulianas a María Antonia Iglesias, silenció este sábado una encuesta sobre Esperanza Aguirre y la huelga de metro.

Favila dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 18:42:

¿Desde cuando es tan importante la telebasura de Telecinco?. Llevais una temporada sacando noticias de este bodrio como si fuera el parlamento, aunque viendo el consejo de ministros que tenemos es comprensible.

almajada dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 18:06:

Todo lo que huele a sociata : MANIPULACIÓN PURA Y DURA .
Sindicatos : Lame culos , comprados , entre otros .
A esto le llaman democracia ... Libertad de expresion , si pero la que a ellos els conviene ...

martsal dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 18:05:

Estos de la basura de Telahinco siempre tan democráticos.
Lo que siento es que España siga adelante en el mundial y que no se les haya acabado el chollo.

eloysa dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 17:38:

¡¡Pero...aun aqui ,alguien pensaba que este inutil presentador y su cadena de telekaka-basura dirian algo de la huelga del metro? esperais demasido de la INUTILIDAD periodistica!!

ulisesga dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 17:35:

Ese programa de telebasura debería llamarse "el aserradero ", pues ensalzan la carcoma y el serrín y deshechan las maderas nobles, hacen polvo cualquier bosque.... y ciertas clases de arboles, aunque el sol y el agua harán que sigan creciendo. Los buenos ebanistas y carpinteros saben seleccionar y apreciar los muebles y maderas.

librelli dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 17:26:

A ver si nos enteramos de una vez; en este país no sólo está podrida la clase política sino también la clase periodística, la inmensa mayoría de ésta es una secta comprada por aquélla. Mensajes y mensajeros podridos. La tercera pata del banco, el pueblo, es una masa de borregos sin capacidad alguna de análisis crítico que compra lo que le echen, resultado de una tremenda indolencia, falta de cultura ciudadana y democrática y una educación para la borreguería la mar de efectiva., Como todo banco hay una cuarta pata, el liderazgo, que simplemente no existe. País al cuerno y que gire la noria (o ventilador de mierda diarreica)

speeds3 dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 17:21:

Este es un programa que la televisión del neofascista Berlusconi ofrece al gobierno como ofrenda por quién sabe qué favores. Está claro que el dictadorzuelo pederasta italiano es padrino de la izquierda antiespañola.

CLARIN dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 16:53:

Pero, vamos a ver...
¿No han secuestrado estos caciques las memorias de Alcalá Zamora?
¡Qué tiene de extraño que silencien el resultado de una encuesta?

Lo que debemos temernos es que cometan pucherazos en las próximas elecciones.

Ya lo aconsejó Pablo Iglesias: "el socialismo es incompatible con la democracia"

Herbert dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 16:45:

No sólo son unos ingenuos de tomo y lomo, sino que además son tontos del bote. ¿Como han podido organizar una encuesta como esa? ¿No han sido capaces de prever que iban a perderla por todo lo alto? ¿Acaso no saben que en Madird quien domina la situación política es Esperanza Aguirre, y que ellos no se comen ni una rosca?

Realmente dan pena. Me moriría de la risa, sino fuera porque el asunto de fondo no tiene ni una jodida pizca de gracia. A ver si así, poco a poco, les vamos dando "pal pelo".

akonibe dijo el día 4 de Julio de 2010 a las 16:39:

Guerra a los sindicatos:
1.- Desaparición de cualquier tipo de subvención. El que quiera organizarse, paga y se organiza lo que quiera. Si gusta, tendrá afiliados, y si no, pues saldrá deficitario y tendrá que acercarse más a su público o cerrar.
2.- Prohibir los liberados sindicales. Son vagos profesionales, agitadores de empresas, para las que son rémoras. Buscan sus intereses y se acogen a que no los pueden despedir.
De esta manera, sin dinero, ya no tendrán el poder fáctico que tienen hoy, desmesurado y sin relación con el agrado que causan entre los trabajadores.
Sin ese poder podrán nacer los convenios por empresas, mucho más ajustados a la realidad competitiva actual.