El estudio pone de manifiesto que en un día tipo se estima que circulan por la red cerca de 1,1 millones de vehículos al día y cerca de la mitad (532.000) soportan congestión. Traducido a usuarios, la congestión afecta, en grado diverso, a casi un millón de usuarios (entre usuarios de autobús y automóvil), que acceden diariamente a Madrid, lo que supone un 53 por ciento del total de usuarios.
La congestión en Madrid se inicia por la mañana alrededor de las 7.00 horas hasta las 10.30 horas con un punto álgido hacia las 8.30 horas. Por la tarde no es tan acusada, porque muchos trabajadores comen cerca de su trabajo y porque no coincide con las horas de salida de clase de los estudiantes, pero se alarga de las 17.30 a las 20.30 horas.
Concretamente, el 69 por ciento del tiempo perdido en congestión se concentra en una franja crítica de 6 horas (7.00 a 10.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas) y en especial entre las 8.00 y las 9.00 horas de la mañana, que supone el 18 por ciento del total.
El responsable de Movilidad del RACC, Xavier Abadía, destacó que la carretera de Burgos (A-1), la M-501, la M-551, la M-30 Oeste soportan altos niveles de congestión y por tanto, bajas velocidades de circulación en estas horas en un día tipo. No obstante, el 72 por ciento de la congestión se concentra en la A-1, A-2, A-4, A-5, A-42 y M-40, que coinciden con los corredores más poblados (Sur y Este) o con una importante actividad terciaria en el corredor del Henares.
En términos económicos, dejando al margen los ambientales, los costes de esta problemática representan 329.000 horas al día de tiempo perdido , lo que equivale a 81,2 millones de horas perdidas al año. Por usuario, la media de tiempo perdido es de 14 minutos al día, lo que equivale a 57 horas al año (7 días). En hora punta, es decir de 8.00 a 9.00 horas, es de 35 minutos, triplicando la media diaria.
Además, el coste medio anual por usuario de la congestión para cada usuario es de 538 euros. Además, cuando se trata de un conductor que circula en hora punta el coste alcanza hasta 1.351 euros. En términos globales, se estima en 3,4 los millones de euros perdidos al año, 839 al año, el coste económico de los atascos. "Este coste nos dice que invertir en combatir las retenciones es rentable, ya que las medidas que se implanten generarán un beneficio social", señaló.
Soluciones a la congestión
El punto de partida para mejorar la densidad del tráfico en la corona metropolitana madrileña se centra, según el RACC, en el hecho de que es fundamental reducir los tiempos de viaje en trasporte público y equipararlo en tiempos de viaje, confort y regularidad con el vehículo privado. Así, señaló que las propuestas de medidas a corto plazo que persiguen "efectos importantes y duraderos en el tiempo se deben centrar en potenciar el transporte público, mejorar de la gestión de la movilidad y mejora de las infraestructuras".
El estudio apunta, entre las posibles soluciones, la potenciación del transporte público, la creación de carriles BUS-VAO, y la realización de los siete carriles bus previstos y aún no iniciados en las diferentes autovías de acceso a la ciudad
Asimismo, se pide el refuerzo de los autobuses express por los corredores de la A-1, A-2 y A-4, vías donde se concentra buena parte de la congestión detectada. El metrobús y la creación de la M-35 de transporte público es otro de los objetivos prioritarios, como la comunicación entre Villaviciosa de Odón y Alcorcón para descongestionar la carretera de Extremadura y cubrir, de este modo, las zonas de población más dispersa de los municipios del oeste de Madrid, así como las mejoras de conexión transversal del transporte público de superficie entre municipios metropolitanos.
En este sentido, el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, que acudió también a la presentación, reconoció que la capital tiene infraestructuras pendientes, como la construcción de una nueva línea circular, denominada la M-40 del Metro, "ya que la línea 6 se encuentra al límite de su capacidad".
Igualmente, el informe del RACC apuesta por aumentar los servicios discrecionales y lanzaderas a polígonos, concretamente al Corredor del Henares y en los diferentes parques empresariales e industriales de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes o Tres Cantos, entre otros, que beneficiarán a 15.000 usuarios.
Además, propone continuar aumentando los aparcamientos de intercambio modal, priorizar la construcción de 5.000 plazas en los corredores de entrada a la capital, en espacios próximos a la red viaria y con una buena conexión a la red de transporte público, que beneficiarán a unos 5.500 usuarios.
Por último, el estudio solicita una mejora de infraestructuras, con la ampliación a tres carriles de la A2, M-607 y A5 en los tramos más externos, ya que se han detectado cuellos de botella en las transiciones de tres carriles a 2 que se producen en la A2 (Alcalá de Henares), A5 (Móstoles) la M-607 (Tres Cantos); y la puesta en marcha de pequeñas intervenciones que permitan agilizar movimientos. Todas estas medidas propuestas supondrían una inversión global de 1.150 millones de euros y otros 15 de explotación al año.
Más rápido en coche que en autobús
El trabajo del RACC también ha contemplado una comparativa entre los tiempos de desplazamiento invertido en transporte privado versus transporte público. En los 10 itinerarios tipo analizados, el tiempo perdido en transporte público es superior al del privado. Destacan aquéllos donde se utiliza el autobús o donde se hace un trasbordo.
En una encuesta realizada a 3.200 usuarios, la mayoría manifiesta que el tiempo de desplazamiento en transporte público debería ser la mitad del que actualmente precisan. Así, el 75 por ciento del transporte público considera la falta de aparcamiento como una medida disuasoria del uso del vehículo privado, mientras que la congestión es la tercera causa, apuntada por el 44 de los encuestados.