Se aleja el embrujo de Tomás Gómez y vuelve la realidad de la comatosa economía después de que Zapatero volviera a meter la pata. Además, Marruecos vuelve a tocar las narices en las fronteras de Ceuta y Melilla. El Gobierno no lo ve, pero el Rey le ha dado un telefonazo a su colega Mohamed.
El País abre con los cobardicas mercados, que han vuelto salir corriendo y en su editorial dice que "se precipitaron quienes dieron por concluida la recesión y avanzaron que la recuperación era un hecho". O sea, Zapatero. En sus páginas de Economía dice que "dos ministros protagonizaron ayer el viejo juego del poli bueno y el poli malo". Como es imposible a bote pronto saber quién es quién les explico. El bueno es Blanco, que dice que la paralización de las obras públicas fue excesiva y que se retomarán proyectos. La mala es Salgado, que dijo que las obras que se salven serán poco significativas.
Entrevista a Trinidad Jiménez, y esta vez sí, para ellos solos. "No soy Goliat. Quien controla el partido es Tomás Gómez", dice con toda su cara dura la chica de Zapatero, Blanco y todo el aparato del poder socialista.
La negociación con ETA que ayer desveló un señor llamado Brian Currin de profesión "mediador internacional" llega a la portada de El Mundo. En un editorial titulado "Ahora sabemos que el Gobierno acerca presos por su nuevo proceso con ETA", califica de "inquietantes" las declaraciones del tal Currin. "Esto demuestra que tiene línea de información tan directa como fluida con el Gobierno" y que hay "un nuevo proceso con contrapartidas, en el que Currin sería el intermediario".
Dijo ayer Elena Valenciano que no había "ningún problema grave" con Marruecos y acto seguido el Rey llamó a Mohamed VI para decirle que se cortara un pelo que últimamente se está pasando tres pueblos. Muy enterada está la secretaria de Política y Cooperación del PSOE, sí señor. Y es que el absolutista marroquí se ha convertido ahora en el guardián de los derechos humanos y el defensor de los subsaharianos –no ser rían, por favor, que es una cosa muy seria- y nos llama racistas a nosotros. "El Gobierno no puede mantener por más tiempo su actitud, negando la profundidad de la crisis y fingiendo públicamente que los requerimientos marroquíes son intrascendentes", dice El Mundo.
Y un titular aterrador para Tomás Gómez: "Blanco llamó para presionar a los que apoyan a Gómez" en tono "amenazador". Y como conocemos a Blanco pues le vemos bien en el papel.
ABC también editorializa sobre Marruecos y dice que "si la causa del malestar en Rabat era la supuesta frialdad con la que España había despachado sus quejas (que ni caso, vamos), con la intervención de Don Juan Carlos deberían darse por satisfechos".
Martín Ferrand habla del desembarco de Lissavetzky, y no muy bien, por cierto. "¿Qué puede ofrecernos este madrileño de nacimiento, con cara de espía alemán en una película de serie B, y que, impulsado por su formación científica, lleva seis años en su cargo más atento al pis que a las marcas de los deportistas de su jurisdicción?". Hermann Terstch se decide por la no-actitud del Gobierno con Marruecos. "No pasa nada. Otra vez prevalecen la ocultación, la mentira y el desprecio a los intereses españoles y la simulación grotesca de un idilio inexistente".
La Gaceta dedica otro cariñoso editorial a Zapatero. Esta vez le llama "político tronado, pero todavía peligroso". "Cada vez que abre la boca empeora el panorama", "aunque los españoles sepan el valor que dar a las promesas y divagaciones de Zapatero, los operadores siguen creyendo que se trata del presidente del Gobierno español". "En el mundo real los delirios de grandeza de nuestro presidente no se consideran actos de mérito, sino síntomas graves de riesgo inmediato". "Su mera continuidad implica un alto riesgo para el futuro de todos". Y es sólo una muestra.
Público erre, que erre le busca las cosquillas a Esperanza Aguirre y se atreve un poquito con el cacao del PSOE madrileño y Antonio Arráez le reconoce a Tomás Gómez el derecho de ser candidato y a Zapatero el de "apostar por Trinidad Jiménez". Eso sí, le pide al presi que se quede quietecito y que Trini no salga en desbandada nada más perder las elecciones y se quede cuatro añitos haciendo oposición a Aguirre porque "en las siguiente elecciones será mejor. Quizás invencible. Es lo que hizo Alberto Ruiz-Gallardón, y le fue bien". Pues si que miran lejos los chicos de Público.
La Razón aprovecha el asunto de Marruecos para cantar las alabanzas al Rey. "No es necesario glosar la inestimable aportación de Don Juan Carlos a la historia reciente de España" a quien "ha prestado tantos y tan relevantes servicios". "No hay institución mas querida y respetada... a enorme distancia de cualquier otra". "Ha cumplido ejemplarmente con el papel moderador" con "extraordinaria eficacia". El Rey como "embajador es una faceta fundamental de su servicio y entrega a la Nación". "Don Juan Carlos es el español más universal de su tiempo" y no sigo que me pongo colorada. ¿Era necesario tanto peloteo empalagoso para decir que llamó por teléfono a Mohamed VI?