El ex presidente de la Comunidad de Madrid, que ha devenido en un crítico de Zapatero y de un sector concreto de la izquierda, acaba de publicar en La Esfera de los Libros El duelo y la revancha, dedicado a desmontar la Ley de Memoria Histórica y los argumentos de quienes han hecho de esta su causa, arremetiendo contra los que no piensan como ellos. Para Joaquín Leguina, se trata de "antifranquistas sobrevenidos", que no se distinguieron precisamente por su lucha contra la dictadura y ahora aspiran a reescribir la Historia.
En la presentación de la obra, el socialista explicó que la idea partió de la respuesta que encontró su artículo "Enterrar a los muertos", publicado en El País en el día en que artistas e intelectuales de la izquierda salieron a la calle para arropar a Garzón y contra el Supremo. El artículo de Leguina, crítico con esa parte de la izquierda que él considera "revanchista", levantó ampollas. Almudena Grandes le respondió, también en El País, llamándole "miserable" y el escritor Javier Cercas le dedicó un artículo. Al cruce de acusaciones se sumaron, esta vez en defensa del socialista, Gregorio Marañón, Jorge Martínez Reverte y Santos Juliá.
En su libro, Leguina "amplía" los argumentos que ya esbozó en el artículo original y responde a esa "izquierda revanchista" que, dijo, "quiere estar a la última" de lo que ellos consideran "modernidad". Afirmó el socialista que toca varios temas que siguen siendo "tabú" en nuestro país y auguró "críticas" y "ninguneo" para él desde aquellos a los que critica en la obra. "Aquí hay algunos que creen que no se puede hablar de ellos sin pasarles el incensario. Que se creen Mahoma", dijo.
También lamentó que quienes ahora reniegan de la Transición y de la Ley de Amnistía "acuden a ciertos funerales" en "primera fila". Aludía Leguina al fallecido dirigente de CCOO Marcelino Camacho y evocó una de sus frases tras la aprobación de dicha ley: "Los comunistas están resueltos a marchar hacia delante (...) Hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores".
Insistió el socialista en que es "un disparate" querer sustituir "la historia rigurosa" por "memorias personales". E insistió en que la Ley de Memoria Histórica "era innecesaria". En la Guerra Civil, explicó Leguina, hubo "asesinatos en masa" en ambos bandos, pero hay quien "no quiere oír hablar" de esa faceta "de la otra parte". Citó el ejemplo de la matanza de Paracuellos que, recordó, no podía haber pasado inadvertida, como dicen algunos, a los dirigentes políticos del momento. Y el caso de García Lorca, con una esperpéntica búsqueda de sus restos en contra del criterio de la familia y basada en "una bola" de Ian Gibson.
Para Leguina, el denominado "movimiento contra la impunidad", nacido con la imputación de Garzón, se trata en realidad "de una revancha" protagonizada por una parte de la izquierda que "no es la suya". Y se mostró preocupado por la actitud de la opinión pública: "Me molesta la pasividad de ciertos medios y de la sociedad" ante quienes "no hacen más que disparatar". En su opinión, "es un deber cívico" hacerles frente.
El socialista también habló de temas de actualidad relacionados con la memoria, como la situación del Valle de los Caídos. Su opinión sobre el lugar es, simplemente, que "hay que arreglarlo, porque está hecho unos zorros". "Nos puede gustar más o menos, pero ¿cómo vas a tirar eso? ¿El franquismo no forma parte de nuestra historia?", reflexionó.
También habló de quien es últimamente el blanco de sus críticas: Zapatero. Manifestó que el presidente, en su opinión, "no va a repetir" como candidato en 2012. Y no tiene dudas sobre quién será su sucesor: Alfredo Pérez Rubalcaba. "Si no es, ¿quién va a ser? Verde y con asas..."