(Libertad Digital) La imposición del catalán por parte de la Generalidad se choca en muchas ocasiones con la pura realidad. Esto ha ocurrido en las universidades de Cataluña en las que conviven y estudian jóvenes que hablan en castellano y en catalán, algo que se ve en los anuncios que los propios estudiantes dejan en los tablones.
Con el inicio del nuevo curso, estas universidades se han rebelado contra el Ejecutivo de Montilla y no han cumplido la normativa que exige que el nivel C de catalán a los profesores provenientes del extranjero y del resto de España. Los propios responsables de los centros son conscientes de que no se puede disminuir la calidad de la enseñanza por el simple hecho de que sólo se hable en la lengua cooficial de la comunidad.
Sin embargo, esta ofensiva nacionalista ha provocado que muchos docentes y alumnos extranjeros no se trasladen a Cataluña. Según informa ABC, el número de estudiantes foráneos ha descendido durante los tres últimos cursos. Ante las exigencias de la Generalidad, centros como la Autónoma de Barcelona o la Pompeu Fabra han querido optar por su vocación científica a pesar de tener que renunciar a un uso más extendido del catalán.