LD (EFE) Las llamas llegaron este lunes, tras destruir una casa, a 30 metros de las primeras calles de zonas residenciales de la periferia de Melbourne, la capital del estado australiano de Victoria. Los bomberos también combaten otros frentes en Victoria, cuando los incendios se han cobrado por el momento 210 víctimas mortales, además de unas 1.900 casas destruidas y 455.000 hectáreas de terreno arrasadas, la mayor parte bosques.
El incendio de las afueras de Melbourne abarca una extensión de 70 hectáreas y amenaza las localidades de Upwey, Tecoma, Belgrave Heights, Belgrave South, Lysterfield y Narre Warren East, todos ellos poblaciones a unos 40 kilómetros del centro de la capital de Victoria.
"Son los barrios de la periferia de Melbourne. Estamos muy preocupados. La posibilidad de que alcance a los habitantes es muy seria, ha empezado a llegar a casas de Upwey, Tecoma y Belgrave South", indicó el subdirector del servicios de bomberos, Geoff Conway, a los medios de comunicación. "Los bomberos afrontan una larga lucha para poder conseguir que la zona sea segura", añadió Conway.
Un centenar de bomberos, veinte camiones cisterna y dos helicópteros participan en las operaciones de extinción de este fuego que avanza en dirección sur. Los meteorólogos prevén que al caer la noche el viento rolará y empezará a soplar desde el suroeste, lo que empujara el fuego hacia el nordeste, lejos de Melbourne, pero a zonas que sufrieron los incendios las semanas pasadas.
Las autoridades han declarado la alerta máxima en la localidad de Warburton, a unos 80 kilómetros al este de Melbourne, y en otra quincena de pueblos del Valle de Yarra, donde gran parte de la población ha salido del lugar.
A los que se quedan para defender sus casas, el Gobierno les ha pedido que no cambien de opinión en el último instante porque parte de las 210 víctimas mortales corresponden a personas que intentaron escapar demasiado tarde. Por otro lado, los bomberos controlaron este lunes el frente gigante de Kilmore y Murrindindi, a unos 100 kilómetros al norte de Melbourne y que ha arrasado 26.000 hectáreas, pero preocupa el fuego del parque nacional de Wilsons Promontory, en el sureste del Estado y donde han sido calcinadas 21.000 hectáreas, y el de Bunyip Ridge, al oeste de Melbourne.
Los residentes en Daylesford, a unos 100 kilómetros al noroeste de Melbourne, han sido avisados por las autoridades de que tengan cuidado y apaguen los rescoldos que arrastre el viento de un incendio que arde en un área de 250 hectáreas. Australia celebró este domingo una jornada de luto por las víctimas del "Sábado Negro", que corresponde el 7 de febrero de 2009, cuando comenzaron los incendios en Victoria después de dos semanas de una ola de calor sin precedentes en el sur de Australia.