L D (EFE) Estas precipitaciones de "tipo cálido", que comenzaron a caer este martes a media tarde, han afectado especialmente a Sueca y Riola, en la comarca de la Ribera Baixa, y en Elche, en Alicante, donde numerosos vecinos han pasado las últimas horas achicando el agua que había entrado en sus viviendas o comercios.
Así, algunos vecinos de Riola han asegurado haber vivido "un infierno" y sentirse amenazados por una situación que les "recuerda mucho a la pantanada de Tous" que afectó a ese municipio valenciano en 1982.
Dolores Martí ha contado a Efe que no se ha acostado en toda la noche "por miedo" y atenta al agua que entraba en su vivienda, y Carmen Vergada, otra vecina, ha denunciado que ni el teléfono ni las alcantarillas de la localidad funcionaban y el agua entraba en su casa por el patio y salía por la puerta.
También numerosos comercios de Sueca se han visto afectados por el agua, que ha inundado sótanos y bajos, como una agencia de viajes, una peluquería o una tienda de trajes de valenciana, donde el agua ha alcanzado el medio metro de altura y ha causado importantes daños materiales.
Entre las nueve de la mañana de este martes y las nueve de este miércoles se han recogido 390 litros por metro cuadrado (l/m2) en el Azud de Sueca, pero 320 de esos litros se recogieron en tres horas, de las 16.30 a las 19.30 del martes, y 144,4 l/m2 en una hora, entre las 17.00 y las 18.00 horas del martes.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la precipitación acumulada en una hora es la más alta desde que hay registros en la Comunidad Valenciana, a finales de los años ochenta, y se encuentra entre las tres más altas de España. Las fuertes precipitaciones también han provocado el corte de cuatro carreteras, la N-332 en Cullera y otras tres comarcales, el cierre de colegios públicos e institutos de Riola, Sueca y Elche, y numerosos achiques de bomberos en zonas anegadas de estos municipios.
La Guardia Civil también ha auxiliado a cerca de 35 personas que se quedaron atrapadas en sus coches en las carreteras de acceso a Sueca y Cullera, y a un matrimonio que no podía salir de su vivienda, situada en una zona de huerta, que había quedado inundada por un metro de agua. Las principales organizaciones agrarias han asegurado que las lluvias han afectado a unas 3.000 hectáreas de arroz -cerca del 20 por ciento de la superficie cultivada en la Comunidad Valenciana- y han cifrado estos daños en unos cuatro millones de euros.
Por su parte, la consejera de Agricultura, Maritina Hernández, ha asegurado que las precipitaciones han sido "muy positivas" para los cultivos valencianos, especialmente para los cítricos, y que "no hay ningún motivo de preocupación para la cosecha de arroz".
En Sueca, algunas de las estaciones de bombeo instaladas para poder reutilizar las aguas de la Albufera en períodos de sequía se han puesto hoy en marcha para desaguar los arrozales, y si el tiempo mejora "se podrá recoger bien el arroz y la calidad no mermará", según han explicado los regantes de la zona.
Las zonas afectadas han sido visitadas por el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta, y el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, quienes han advertido de que el episodio de fuertes lluvias aún no ha terminado. El Centro de Coordinación de Emergencias mantiene la preemergencia por fuertes lluvias en el litoral de Alicante y Valencia, decretada el pasado domingo, y la amplía al interior de estas dos provincias, donde se esperan chubascos que pueden ser localmente fuertes y acompañados de tormenta.