L D (EFE) Hasta ahora no existían pruebas de este intercambio de sexo por carne, dijo Cristina Gomes, una de las autoras del estudio, que se publica en la revista científica PLoS ONE.
Gomes y su colega Christopher Boesch pasaron tres años estudiando a un grupo de chimpancés compuesto de cinco machos, 14 hembras y una veintena de pequeños y adolescentes en el parque nacional Taï, en Costa de Marfil.
Allí pudieron comprobar que las hembras tenían sexo con mayor frecuencia con los machos que les daban carne, aunque sólo les hubieran entregado comida una vez, lo que indica que compartir la caza mejora las posibilidades del macho de aparearse. Aunque los científicos observaron que los machos se inclinaban preferentemente por entregar parte de su caza a las hembras en celo, esto no varió el resultado, ya que, para aparearse, a las hembras les bastaba con que en alguna ocasión se la hubieran dado.
"Hay una correlación entre compartir la comida y la frecuencia del acto sexual, independientemente de cuándo el chimpancé regala la carne", dijo Gomes, quien explicó el fenómeno por la selección natural y por la necesidad de la hembra de asegurar la supervivencia de su prole.
Según la científica, el estudio indica que "los chimpancés salvajes intercambian carne por sexo a largo plazo". Los machos que compartieron la carne doblaron sus posibilidades de aparearse, mientras que las hembras aumentaron su ingesta de calorías sin los costes energéticos y los riesgos que conlleva la caza, añadió.
Estudios previos quizás no llegaron a esta conclusión porque se centraron en intercambios sexuales a corto plazo o porque en los grupos de chimpancés estudiados los machos ejercían la coerción para aparearse, agregó Gomes. Según Boesch, "el descubrimiento se une a las pruebas cada vez más numerosas de que los chimpancés pueden evocar el pasado y el futuro y que esto influye en su conducta en el presente".
Asimismo, la investigación puede tener un impacto en los conocimientos existentes sobre las relaciones entre los hombres y las mujeres, afirma Gomes en el artículo en PLoS ONE. Ya hay estudios sobre tribus de cazadores en la selva latinoamericana y en África que sugieren que los mejores cazadores son los que tienen más esposas y más hijos. Sin embargo, Gomes no quiso comentar cualquier paralelismo con las sociedades modernas.