Las bases del PNV, tradicionalmente votantes de la derecha nacionalista y cristiana, no están nada contentos con la intención de la dirección del PNV de impedir que sus diputados nacionales puedan votar en conciencia y así poder rechazar la nueva ley del aborto. Y es que la dirección de la formación nacionalista, a pesar de haber matizado en los últimos tiempos, ha dado órdenes de apoyar esta nueva normativa.
Sin embargo, la división es ya patente en el seno de la formación nacionalista. Muchos votantes y afiliados del PNV estarían dispuestos a dejar de votar a este partido e incluso darse de baja de la formación.
De hecho, estos simpatizantes no olvidan de dónde viene su partido. El lema del PNV, cuando fue creado por Sabino Arana, y que se sigue utilizando hoy en día es "Dios y Ley Vieja", que traducido al vasco es "Jaun Goikua eta Lege zarra y que se resume con las siglas JEL, lo que evolucionó a apelativos como jeltzale, con el que se califica todavía hoy en día a los seguidores del Partido Nacionalista Vasco.
En este sentido, los miembros de esta formación se están organizando a través de internet para intentar presionar a la dirección para que cambie su postura. Es sabido que si hay una forma de que un partido de marcha atrás es viendo que puede perder muchos votos con su empecinamiento.
Por ello, han preparado dos formas de envío, una para simpatizantes y otra para afiliados. El texto para los primeros que se mandará a la dirección dice lo siguiente: "Nosotros, cristianos y nacionalistas, declaramos que si el PNV obliga a sus diputados en el Congreso de Madrid a votar, en contra de su conciencia, a favor de la ley del Aborto, no podremos votar en conciencia al PNV".
El de los afiliados es similar pero amenaza con ir más allá que los primeros: "Nosotros, cristianos y nacionalistas, declaramos que si el PNV obliga a sus diputados en el Congreso de Madrid a votar, en contra de su conciencia, a favor de la ley del Aborto, no podremos votar en conciencia al PNV y que esta situación nos forzará a darnos de baja en el partido".
Hay que recordar que el PNV se opuso en 1985 a la despenalización del aborto en sus tres supuestos y un cambio tan radical en sus posturas para esta nueva ley no es bien vista por gran parte de las bases del partido.
Iceta recuerda al PNV sus orígenes
Uno de los primeros en reflejar la postura del PNV fue el obispo auxiliar de Bilbao, Mario Iceta. Según recoge Efe, el prelado aseguró que esta postura "contrasta llamativamente" con la trayectoria de humanismo cristiano" del partido y la "contradice":
Así, añadió que "mucha gente del PNV", entre la que se encuentran algunos dirigentes, le ha confesado su "perplejidad" y "preocupación" y les recordó que este asunto no iba en su programa electoral.
Urkullu asegurá que seguirán adelante
Sin embargo, el presidente de la formación, Iñigo Urkullu, contestó rápidamente al obispo bilbaíno y volvió a repetir que es partidario de "regular y bien" la práctica del aborto".
Reconoció que Iceta "está en su derecho" de realizar este llamamiento, aunque no cree que "toda la Iglesia Católica tenga una posición común". Además, defendió que el PNV lleva "meses" estudiando este asunto y que ha contado con "opiniones" de la Iglesia para perfilar su "reflexión" y sus enmiendas al proyecto legislativo.
El dirigente nacionalista aseguró que ha actuado en esta "delicada" cuestión "movido desde una profunda convicción cristiana" y ha argumentado que la sociedad actual ha aceptado la "legitimidad de la práctica del aborto", por lo que ha abogado por "una mejor regulación".
De la misma manera se ha manifestado la vocal del CGPJ, Margarita Uria, militante del PNV y que aseguró en una entrevista en El Correo que el partido "es un reflejo de la sociedad vasca, que está dividida sobre el aborto". Apoya la nueva reglamentación argumentando la necesidad de un cambio de rumbo y recordó que "somos un partido aconfesional desde 1977".