Plataformas laicistas han iniciado una agresiva campaña en la que piden la eliminación de las casillas de la Iglesia Católica y de Fines Sociales y ha pedido a los españoles que hasta que se eliminen no marquen ninguna de ellas.
Así, bajo el título “en el IRPF, ninguna cruz”, Europa Laica, representante del laicismo más radical, asegura que la casilla de asignación tributaria a la Iglesia Católica llega a vulnerar el artículo 14 de la Constitución “que establece que todos los españoles son iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna”.
En este sentido, estos grupos hablan de malversación de fondos públicos porque “ese dinero se detrae de la recaudación de todos los contribuyentes”. Incluso acusan a los que las marcan de no cumplir con su deber de ciudadanos.“Quienes marcan estas casillas reducen su aportación a los gastos públicos en un 0,7%, conculcando el artículo 31 de la Constitución española que señala que debemos contribuir a los gastos públicos en condiciones de igualdad”, aseguran.
Esta platafoma está indignada con el hecho de que sean los propios ciudadanos, más de 8 millones, los marquen esta casilla voluntariamente. Sin embargo, Europa Laica no ve ningún problema en ser financiada por parte del Ministerio de Justicia, a través de la fundación Pluralismo y Convivencia cuyo patrón es el ministro Francisco Caamaño. Incluso recibieron estos fondos para hablar curiosamente de libertad religiosa, siendo esta una de las organizaciones laicistas más agresivas sobre todo con el catolicismo.
Pero la casilla de la Iglesia no es el único objetivo del lobby laicista. Tampoco quieren la de fines sociales. A su juicio, lo más grave es que “aproximadamente un 40% de lo que se recauda por este concepto se entrega a organizaciones y fundaciones católicas; de ahí que la jerarquía católica anime a marcar ambas casillas”. Uno de los motivos principales por los que exigen la eliminación de la casilla de la Iglesia, principal objetivo de los laicistas es que tan “sólo” el 34% de los contribuyentes marcó esta casilla.
Pero el fondo de esta campaña queda meridianamente claro una vez que publican su alegato. Así, estas plataformas, entre las que se encuentra Cristianos por el Socialismo, entre otras, afirman que la Iglesia y las organizaciones católicas “dedican parte de sus recursos a sufragar costosas campañas para promover la represión sexual, la discriminación por razón de género u orientación sexual, contra la libertad de la mujer para decidir sobre su maternidad, contra los avances científicos para mejorar las condiciones de vida y de salud, o contra la eutanasia y la muerte digna, muchas veces con agresivas acciones para deslegitimar leyes aprobadas por el Parlamento”.
Aquí, esta la verdadera clave de la campaña. Estas plataformas están en contra de las ayudas a organizaciones como Cáritas u otros grupos caritativos que trabajan por los más necesitados y que ayudan a los 4,6 millones de parados que hay en España. Prefieren que las ayudas se destinen al aborto, eutanasia o al lobby homosexual.