Sandra Burt, de 56 años, es empleada de un supermercado de Clackmannanshire (Escocia) y se declara fan de los Rolling Stones. Según cuenta la BBC en su web, un agente de la PRS escuchó canturrear a la señora Burt una de sus canciones favoritas mientras estaba en el trabajo y le han amenazado con multarla.
La historia se remonta a principios de año cuando la PRS advirtió al dueño del supermercado que si quería poner la radio para que sus clientes hiciesen la compra con música de fondo tendría que pagar a la licencia. El propietario decidió entonces dejar de poner la radio, y fue a partir de ahí cuando Sandra Burt comenzó a canturrear mientras estaba en el trabajo.
La PRS la amenazó con llevarla a los tribunales y pedirle varios miles de euros si seguía cantado. El escándalo que ha generado esta actitud de la SGAE británica forzó a la entidad a rectificar y enviar una carta de acompañada de un ramo de flores la señor Burt.