La menor detenida por el asesinato de Cristina Martín en Seseña confesó a la Guardia Civil que le dio una paliza, la tiró a un hoyo y después se marchó a casa. Según informa ABC, la menor citó a Cristina junto a la yesera para pegarse. Según compañeros del instituto, las rencillas entre ambas eran por un chico.
La presunta asesina golpeó en la cabeza a la víctima con una piedra, un palo o una barra de hierro antes de rajarle la muñeca. Luego la empujó a un hoyo y arrojó cascotes sobre el cuerpo para ocultar el cadáver. Según El País, la Guardia Civil aún no sabe si los cortes en la muñeca fueron intencionados. No eran mortales y Cristina se hubiera salvado si hubiera recibido asistencia sanitaria. La detenida no ha mostrado arrepentimiento ni sentimiento de culpa.
La detenida vivía con su madre y su pareja y los agentes volvieron el lunes a registrar el domicilio familiar en busca del arma homicida, que no ha sido hallada.
Según informa El Mundo, la chica era gótica y daba miedo por las espeluznantes fotos de su perfil en Tuenti. Destacan los grupos torturados y ensangrentados, bocas cosidas y una mano con la muñeca ensangrentada y el bolígrafo a punto de caerse de los dedos sobre un cuaderno con una breve carta de despedida, amor y lágrimas escrita en inglés.