(Libertad Digital) Según la Patronal, la presión fiscal a la que se ven sometidos los operadores de telecomunicaciones en España, es muy superior a la que tienen que soportar otros operadores de nuestro entorno europeo.
Para ASIMELEC, la imposición de una nueva tasa, pondría en riesgo la competitividad de las empresas de este sector, y retrasaría considerablemente las inversiones en este mercado, tan necesarias a juicio de la Patronal. A diferencia de los países de nuestro entorno, donde los impuestos y tasas especiales para el sector de telecomunicaciones no superan los tres o cuatro, en España, llegan a los siete.
A juicio de Martín Pérez, Presidente de la Patronal, "una nueva tasa penalizaría a un sector que crea riqueza y empleo para el país y que es fundamental para el desarrollo económico y el cambio de modelo económico que España necesita". Además, "es injusto que las operadoras de telecomunicaciones tengan que asumir ahora el desarrollo del sector audiovisual con esta nueva tasa”.
”Creemos, -termina diciendo Pérez-, que la financiación de la televisión pública debería proceder del sector audiovisual y no del de las telecomunicaciones, que tiene que hacer frente, por ejemplo, a los gastos de la universalización de la telefonía, como servicio público esencial".
Cabe recodar que el sector de comunicaciones electrónicas se encuentra sujeto a un régimen fiscal específico, complementario al régimen general común aplicable al conjunto de los sectores de actividad económica: Impuesto sobre sociedades, impuestos repercutibles -Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)-, Impuesto de Bienes Inmuebles, ICIO, o Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Entre estas diferentes tasas están: Tasa operadores, Tasa numeración, Tasa espectro, Tasa ocupación dominio público local, un 1,5% del total de la facturación para los Ayuntamientos, Impuestos medioambientales, o IAE específico al sector de la telefonía.