La intensa nevada caída durante la noche del domingo y las primeras horas de la mañana del lunes causó numerosos problemas de circulación en el centro peninsular y bloqueó los accesos a Madrid durante varias horas en las que se suprimieron varios trenes de alta velocidad y se cancelaron más de 300 vuelos.
Una inexplicable falta de previsión ha vuelto a hacer que Madrid se colapse tras una nevada. A pesar de que ya este domingo se anunciaban las nevadas en toda España y, singularmente, en la capital, la sal brilló por su ausencia y, según los testimonios de los conductores, el descomunal atasco se resolvió con la llamativa ausencia de policías municipales.
Lo más sorprendente, no obstante, fue encontrar las principales vías de ciudad completamente cubiertas por la nieve a primera hora de la mañana: calles e incluso carreteras tan importantes como la M-30 o la M-40 no tenían la adecuada cobertura de sal y la nieve hacía casi imposible la circulación en muchos puntos, incluso se tuvieron que cerrar buena parte de sus salidas. Como en otras ocasiones, el mismo atasco circularorio impidió la llegada de las máquinas quitanieves, por lo que tuvo que ser el propio paso de los vehículos el que acabase derritiendo la nieve y haciendo más fácil la circulación a lo largo de la mañana. A primera hora de la mañana había dificultades circulatorias muy importantes en todos los accesos a la capital, sobre todo en la A-5, pero también en la M-40, la A-6, la A-4 y la M-607 (carretera de Colmenar).
El aeropuerto de Madrid amaneció cubierto de nieve y con dos pistas cerradas al tráfico, una situación que ha dejado a miles de pasajeros en tierra y que, a las 18.30 horas, había obligado a cancelar 314 vuelos de distintas compañías. A lo largo de la mañana, la nieve, que se fue transformado en lluvia, permitió reabrir al tráfico todas las pistas del aeropuerto y de las 1.165 operaciones previstas, a las 18.30 horas se habían efectuado 463. No obstante, las pantallas de información a los pasajeros señalan retrasos de entre cinco y siete horas en algunos vuelos y las demoras afectan a todas las compañías. La nevada también obligó a suspender, durante más de tres horas, el servicio de alta velocidad entre Madrid y las ciudades de Málaga, Sevilla y Barcelona.
Fomento acusa al Ayuntamiento
Como viene siendo habitual en este tipo de situaciones, las distintas administraciones responsables -Fomento, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento- no han asumido ningún tipo de error y se han dedicado a echarse la culpa las unas a las otras. El Ministerio de Fomento indicó que los principales problemas en los accesos por autovía a Madrid se registraon en el tramo de los diez últimos kilómetros, cuyo mantenimiento y limpieza corresponde al Ayuntamiento. Un portavoz del departamento señaló que, aunque no es de su competencia, Fomento envió varias quitanieves a esos tramos finales de tres autovías en las que la nieve ocasionó problemas de tránsito.
En concreto, a petición del Ayuntamiento madrileño, el Ministerio envió dos máquinas a la A-1, tres a la A-5 y una a la A-6, que se encargó de limpiar el carril bus-vao. Señaló que hubo problemas por retenciones en la la M-50, pero fue debido a que un ramal que conduce a esa vía no había sido limpiado por la Comunidad de Madrid, como el portavoz de Fomento asegura que corresponde. El Ministerio dice que finalmente envió una quitanieves para limpiar la vía.
El ministro de Fomento, José Blanco, ha pedido comparecer ante la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados para informar de la labor realizada por su departamento ante el temporal
El Ayuntamiento se defiende
El delegado de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo subrayó la buena colaboración entre las administraciones que hizo posible superar de manera razonable las dificultades ocasionadas por la "importante" nevada de la pasada noche.
Por eso minimizó el comentario del Ministerio de Fomento. Calvo dijo que el principal problema en la A-1 en el sentido de acceso a Madrid tuvo lugar en la llamada Cuesta de los Dominicos, a la altura del kilómetro once y, por tanto, responsabilidad de Fomento.
Fomento desplazó también una quitanieves para limpiar el carril bus-vao en la A-6, aunque para el concejal es razonable que "si una máquina está quitando nieve desde el kilómetro veintidós no se pare cuando llegue al ocho".
La ayuda de Fomento permitió superar un problema "grave" que afectaba a la Calle 30 y al Paseo de la Castellana, donde podía generarse un fuerte atasco. La colaboración también hizo posible acabar con el bloque de hielo en el kilómetro 5 de la A-5, que estuvo cortado una hora. En esa zona trabajaba una quitanieves del Ayuntamiento que se quedó sin sal y mientras repostaba actuó una del Ministerio.