(Libertad Digital) Según revela ABC, para afrontar la fuerte sequía que sufre Cataluña, la Generalidad estaría estudiando la posibilidad de recurrir al Segre para suministrar agua al área metropolitana de Barcelona. Lo haría uniendo el río Segre con el Llobregat; eso sí, bajo el nombre de "captación temporal del agua".
Esta operación necesitaría la aprobación del Gobierno central pues los ríos comparten caudal y son gestionados por la Confederación Hidrográfica del Ebro, dependiente de Medio Ambiente. Así, esta "captación temporal del agua" debería contar con el visto bueno del Ejecutivo. El Estatuto catalán, sin embargo, otorga a la Generalidad la gestión de la cuencas hidrográficas intracomunitarias, una competencia recurrida ante el Tribunal Constitucional por el PP .
Otra de las posibilidades que baraja el Gobierno del Montilla para combatir la escasez de agua sería derivar recursos del canal de Urgell, que se abastece del río Segre hasta la Red de Aguas Ter-Llobregat. Por último, ABC revela que el tercer "pseudotrasvase" en estudio es la unión de las las cuencas de Tarragona y del Ter-Llobregat. Este enlace, como el del Segre, estaba contemplado en el PHN aprobado por el PP y derogado por el PSOE.
Cuarenta estacas
Una muestra de las maniobras que está haciendo el Ejecutivo catalán para evitar que los trasvases salgan a la luz es el modo en que se descubrió una de las obras en estudio, la del río Segre. Los propietarios de los terrenos por los que debía circular el agua, del municipio de Prats i Santor, descubrieron que habían sido colocadas cuarenta estacas para señalizar el lugar.
Además del desacuerdo que los trasvases suscitan entre los agricultores, el asunto tampoco cuenta con el visto bueno de todos los miembros del tripartito. ERC se habría desmarcado del proyecto mientras que los ecologistas de ICV no lo ven con buenos ojos. El asunto podría acabar convirtiéndose en uno más de los conflictos que sacuden la precaria estabilidad del tripartito catalán.