208.000 euros se embolso la Generalidad de Cataluña en 2008 por no rotular en catalán. El año anterior ingresó 138.150 euros. La Agencia Catalana de Consumo, dependiente de la Consejería de Economía que dirige Antoni Castells interpuso un total de 209 multas a los establecimientos que no han cumplido con la obligatoriedad de rotular en catalán.
La peor parte se la llevó Barcelona, donde se registraron 197 multas de la policía lingüística y se recaudaron 198.000 euros en 2008.
La Agencia Catalana de Consumo recibió 2.364 denuncias, 2.320 sólo de Barcelona.