La Gaceta ha hablado con la decoradora de las dos viviendas y aporta las facturas de los muebles, pagadas por Ayala 3, cuyo accionista único es Reyal Urbis, y por el propio Rafael Santamaría. La interiorista, María del Carmen Pérez, desmiente la versión del entorno del presidente del Congreso, que alegó que devolvieron los muebles de la casa de Salobre, en el pueblo natal de José Bono. El motivo, que no le gustaron a Ana Rodríguez. Respecto a los de Olías, se argumentó que era un regalo de Santamaría, cuya mujer es madrina de la hija pequeña de Bono.
La decoradora dice que nunca le "devolvieron nada de la decoración de ninguna de las dos casas". "¿Cómo iban a hacerlo si ellos mismos escogieron todos los detalles?", se pregunta. Apunta que la decoración de Salobre era "una sorpresa" de Bono a su familia y que se reunió con él, para concretarla, en el hotel Beatriz de Toledo. El socialista, insiste, escogió "todos los materiales". Añade que tampoco devolvieron nada ni Santamaría ni los intermediarios.
La decoración de la casa de Salobre costó 13.246 euros. La de la casa familiar de Olías, un total de 7.669. Se redecoraron en esta vivienda las habitaciones de dos de las hijas de Bono, Sofía y Amelia, algo que también contrasta con la versión del socialista. Las reformas se hicieron entre febrero y abril de 2001.