este comportamiento "a pachas" para sacar adelante barbaridades (que no leyes), es propio de la partitocracia que nos lleva al desastre.
Este es el sospechoso tufo de las mentiras de Estado, que unos y otros perpetran, hoy por ti mañana por mi, y que se gestan en la cloacas del Estado. Sus previsibles comportamientos son de manual.
Entre bastidores esta el Enemigo Común, ese inmenso negocio, con el que todos "pretenden" acabar....¡si, si !.
Si el negocio de la caputxa no existiese fabricarian otro, con barretina o con chistera... pero al fin un Enemigo Común.
Esto y nada mas, es lo que les permite mantenerse en el poder y hacer leyes donde la vida de los ciudadanos les importa un cara-o.
[velneva] Discrepo del artículo que pega, de Francisco Velasco.
El articulista declara que: "Nada que objetar en cuanto la ley positiva es una disposición votada por las Cortes y sancionada por el jefe del Estado."
Al hacer tal afirmación, el articulista obvia que de las Cortes y del Jefe del Estado no puede promulgarse cualquier cosa. Hay un principio por el cual las leyes de rango inferior no pueden contravenir lo establecido por leyes de rango superior, y Ley de rango superior es la Constitución, que consagra como derechos inalienables al menos estos dos:
- El derecho a la vida de los individuos (a través de su asunción del contenido de la Declaración Universal de Derechos Humanos)
- El derecho de los padres a educar a sus hijos.
Por mucho que las Cortes lo voten y por mucho que el Jefe del Estado lo sancione, una ley como la del aborto libre no tiene validez en tanto contraviene estos principios: se trata de una ley directamente NULA.
Me temo que esto es "algo que objetar".
Por otra parte, cuando el DRAE se define el aborto como algo "dicho de una hembra" temo que no es tanto para igualar a humanos y animales cuanto para determinar cuál es el personaje de referencia en el acto del aborto:
- La mujer "aborta".
- El carnicero abortista "provoca un aborto".
- El nasciturus "es abortado".
Un saludo.
Hein, comparto tu meditación justo hasta donde dices que la ley hay que acatarla. No.
La ley injusta, lo dice incluso el Magisterio de la Iglesia, no sólo puede ser incumplida, debe serlo. Es más, venimos obligados a derogarla.
La ley, Herin, no nos justifica.
Por otro lado, es un pena que Valcárcel recule. Se comprende, si consideramos que milita en el PP, el partido "pa" ayudar. El partido que conserva todas las fechorias del PSOE.
Rajoy está demostrando que es cómplice de asesinato. Tenemos la obligación moral de hacer lo posible para echar a este malnacido del despacho de Génova y poner en su lugar a la Sra. Aguirre. Se me ocurre, como primera medida, votar al PP en las elecciones municipales y autonómicas y votar a Rosa Díez en las generales, a ver si de esta forma los compromisarios del PP se enteran de que no queremos como líder al malnacido cómplice de asesinato y lo cambian por la Sra. Aguirre.
Rajoy/Cospedal, ya veremos quien os respalda a vosotros ¡¡ tontos del culo!!
Si gana el PP, será con los votos de los desencantados del Psoe, ya que, con los votos de derechas, no se va a comer un colin... Rajoy estas dejando el PP hecho un mierda...
Francisco Velasco escribe: ABORTO DE MUJER
Un cínico no es sino un descarado hasta lo obsceno o un mentiroso desvergonzado o un despreciable defensor de prácticas vituperables. Por su parte, el hipócrita es el que actúa de una manera en público y de otra contraria en privado. El cínico se ve, pues venir, en tanto sus defectos son conocidos, mientras el hipócrita deambula entre acciones de simulación, en las que muestra sólo lo que le conviene, y entre gestos de disimulo, en los que oculta lo que le interesa. Aunque ambos arquetipos se instalan en el engaño, el cínico presenta una cierta base filosófica en oposición al hipócrita en el que la moralidad se ofrece como sucia pantalla de ficción.
Desde la idea previa a la que recurro, analizo el tema de la nueva ley del aborto. La recién estrenada ley va a traer cola. Según la Abogacía del Estado, al servicio del Gobierno, el Tribunal Constitucional no puede suspenderla cautelarmente. Interpretación estimable pero discutible. El problema no es, sólo, de constitucionalidad. La cuestión reside en la confusión de valores y desvalores. Siempre el derecho a la vida guió la vida de los pueblos. Hasta ahora, el aborto legal conjugaba requisitos tasados y términos. La violación, la malformación del feto o el daño psicofísico para la madre establecían tiempos diferentes que, de alguna manera, limitaban la decisión de interrumpir el embarazo. Sin embargo, el legislador introdujo el término madre. ¿Pero existe madre sin nasciturus?
El Diccionario de la Lengua define abortar como interrumpir, de forma natural o provocada, el desarrollo del feto durante el embarazo. La ley obvia, lógicamente, la causa natural y se centra en la forma inducida. La Real Academia introduce un matiz de enorme valor social y moral al respecto del concepto semántico. Este matiz es: “dicho de una hembra”. Una hembra. Es decir, de un animal del sexo femenino. No se refiere a una mujer y, mucho menos, a una madre. En este contexto, el aborto no distingue el animal de la persona ni discrimina a la mujer de la madre. En Derecho, son numerosos los códigos que tipifican el aborto como la expulsión prematura del fruto de la concepción y su destrucción dentro del claustro materno. El jurista llama madre, pues, a la hembra humana. Sin embargo, no existe el término madre si no hay hijos. No se contempla esta posibilidad en la lengua española.
Habrá que convenir, entonces, que por muy legal que sea el aborto, la mujer que interrumpa el embarazo no podrá ser considerada madre en tanto el ser que se desarrolla en su seno no es su hijo. Es un ser vivo, sin duda. Es un ser humano, sin discusión. Mas bajo ningún concepto es su hijo porque la madre es la hembra que ha parido. Si no hay parto, no cabe maternidad. Y si la hubiere, el caso arrostraría peores consecuencias éticas en cuanto la “madre” provoca la muerte del hijo que ha de nacer.
La ley del aborto otorga, en consecuencia, un derecho a las mujeres que, en su condición de hembras, deciden, conforme a derecho, interrumpir el embarazo de seres vivos que custodian en su vientre. Nada que objetar en cuanto la ley positiva es una disposición votada por las Cortes y sancionada por el jefe del Estado. Lo que sí es objetable es en cuanto ley natural. A diferencia de la hembra de animales no humanos, la mujer provoca, con dolo pero sin culpa, la muerte del ser humano del que se ha quedado embarazada, acaso queriendo, tal vez de forma indiligente. La mujer es consciente, -y si no lo es, hay que echarse a temblar-, de las consecuencias de sus relaciones sexuales. Del mismo modo que sabe que esas consecuencias pueden ser legalmente irreprochables. La culpa desaparece de su espectro moral y mental. Mas si el sentido del remordimiento persistiera, no tiene dudas de que la posible sensación de culpa del embarazo es infinitamente mayor que la culpa que se le atribuye por contribuir a matar al ser que ha engendrado. ¿Por qué? Porque de esa muerte es inimputable. La ley la ampara.
Uno podrá poner reparos morales y éticos, pero la ley es la ley. ¿Lo entienden? Yo sí, pero la muñeca de mi nieta, no.
Un saludo.
No olvidar lo inolvidable. Pero ¿ que esperais en el PP?, esta gentuza "os come la merienda", os falta cuajo y presentar batalla. Que esta gentuza que esta en el ¿gobierno?, utiliza nuestro dinero para comprar voluntades QUE NO OS ENTERAIS. No vivimos en un estado de derecho, sino, de DESECHO.
Con Aguirre de nº1 y Valcárcel de nº 2, ganaban de calle en las próximas generales, con Rajoy, Soraya y compañía, lo llevamos claro.
"El temor del Senor es el principio de la sabidurìa. Los necios desprecian el saber y la instrucciòn." ( del Libro de la Sabidurìa).
En los gobernantes de Espana, y en la oposiciòn, abunda en exceso la necedad.
Rajooooyyyy, despierrrrrrta!!!! Es que no te das "cuèn"????
Si seguìs asì..... os va a votar vuestra madre!!! -pobre, ella no tiene la culpa-