L D (EFE) Esta imputada, María G.M., declaró en el juzgado el pasado 14 de abril, dos meses después que los restantes cuatro acusados, y su abogado defensor presentó una queja por indefensión pues el juez no le informó de los presuntos delitos por los que decretó su libertad sin fianza pero con obligación de personarse cada 15 días ante un juzgado.
Fuentes del caso han informado este lunes de que el juez de instrucción 4 de Sevilla le ha respondido que María G.M. está imputada, al igual que los restantes acusados, de participar en la muerte y desaparición de Marta del Castillo, el pasado 24 de enero.
Las fuentes han añadido que el juez no ha respondido todavía a otra de las peticiones de las defensas, consistentes en que Francisco Javier D.M., hermano mayor del asesino confeso, sea sometido a la máquina de la verdad y a un careo con su propio hermano y con el menor de edad Javier G.M.
Tras el paréntesis de la semana de Feria de Abril en Sevilla, el juez ha recibido este lunes en su despacho a un inspector policial que le ha entregado un informe sobre los trabajos de búsqueda del cuerpo en el vertedero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), suspendidos el pasado 30 de abril.
Los trabajos para encontrar el cuerpo de la joven en dicho vertedero comenzaron el 20 de marzo, después de que el asesino confeso, Miguel C.D., de 19 años, afirmase que lo arrojó a un contenedor de basuras próximo a su domicilio en la calle León XIII de Sevilla. Antes de esta versión, el ex novio y asesino confeso había dicho que el cuerpo había sido arrojado al Guadalquivir, lo que obligó a su búsqueda en su cauce durante casi dos meses sin resultado positivo.
Por los hechos que están siendo investigados por el juzgado de instrucción 4 se encuentran en prisión incondicional desde mediados de febrero Miguel C.D., su hermano mayor, Francisco Javier D.M., y dos amigos, uno de ellos menor de edad. María G.M., que estuvo estudiando en el piso la noche del crimen, fue detenida el 14 de abril y llevada como imputada ante el juez, al que declaró que no oyó ningún ruido pese a que, supuestamente, hacia las 1.30 horas de la madrugada el asesino confeso sacó el cuerpo de la víctima en una silla de ruedas.