Hernán Migoya ha pedido al Ministerio de Cultura y a la Generalidad un "mayor control" de las subvenciones que otorgan a las productoras para realizar películas, al entender que, de no ser así, pueden perderse y dedicarse a otros menesteres.
En el programa En casa de Herrero, de esRadio, Migoya ha explicado que no le “permiten acceder a los medios: estoy vetado en radios y televisiones”. Es por ello que “o denunciaba esto o me quedaba sin que ningún periódico hablara de la película, porque la productora no notifico a ningún medio que la película se estrenaba”.
Su denuncia consiste en hacer público los avatares sufridos hasta conseguir estrenar el pasado viernes su película "¡Soy un pelele!". Y es que a la productora Iris Star lo único que le importa, según el cineasta, es obtener subvenciones. Gracias a su denuncia sabemos que lo único que importa para que una película obtenga esas subvenciones de la Generalidad es que sea más catalana que cualquiera, o que por lo menos lo sea en apariencia.
Sabe que al hacer esta denuncia su nombre puede colocarse en “listas negras”. “Mucho me temo que no vuelva a conseguir ninguna subvención en toda mi vida”. Todos estos chanchullos son conocidos y sabidos por la gente que se encuentra en el mundillo del cine, pero “hacer cine es callar mucho, porque hay mucho dinero en juego”. “Todos callamos por miedo a ser marginados”.
Ha adelantado en esRadio que sus compañeros de equipo y él están preparando “una carta abierta para que se investigue este caso, y que no se olvide”. Y ha resaltado que “los productores no han dicho ni mu en los medios, porque saben que no pueden desmentir” su denuncia.
Aunque ha reconocido que su caso es “inédito” y que él ha trabajado “con productoras impecables”, también ha dicho que “siempre estaría bien que se garantizara transparencia en la gestión del dinero de todos los ciudadanos”.
Y ha dejado un mensaje claro: “Yo quiero que ellos no vuelvan a trabajar en su puñetera vida en el mundo del cine”, en refencia a los productores de “¡Soy un pelele!”.
Fuentes de la Consejería de Cultura y Medios de Comunicación con las que se han puesto en contacto la agencia Efe no han querido pronunciarse y han declinado comentar este asunto.