Valiente Hermann
PATRICIO bonito: lo que dice este señor es cierto, yo conozco al susodicho ZP y sus andanzas por León, solo ha engañado a pastueños e imbeciles, que se mueven como rebaños, tu ¿estás ahí?
Todos los despotas mundiales estan rodeados de personajillos de baja condición moral que esperan unas pocas monedas a cambio de sus servicios, sean de palabra o hecho.
ZetaP no iba a ser menos, Patricio, tú lo demuestras, tus rebuznos te delatan.
No he leído el libro, pero me da la sensación de que después de haber servido al Maligno desde las páginas de esa basura infecta y sectaria que ha sido siempre El País, bastión mediático de todo lo que ahora critica con vehemencia, el Sr. Tertsch se está comportando como aquellos Judíos conversos que resultaban más peligrosos que un Dominico.
El asunto me recuerda muchas situaciones domésticas, incluyendo la reciente apostasía de Leguina -otro que tal baila- y va a resultar que al final no era nadie, o mejor dicho, que fue solo Zapatero, a pesar de tener a todo el mundo en contra.
Seguramente soy muy rencoroso, pero en lo que a mi respecta, que les den.
¡¡Menudo descubrimiento...comprare el libro. Zapatero es siempre una amenaza contra toda logica.!!!
Este señor es el que nos utilizó a todos los bienpensantes y aprovechó una trifulca de putero en la calle Almirante para denunciar un linchamiento no ya moral sino incluso físico. Tiene bemoles que por aprovechados como éste tenga que rectificar ante sectarios como Wyoming.
De Tertsch no me creo nada de nada. Recuerdo todavía cuando era un paniaguado de Polanco. ¿Evolución ideológica? Jajaja.
Lo que no termino de entender es como, habiendo hecho quedar en ridículo a Esperanza Aguirre, ésta se presta a sus necedades.
EL MAMARRACHO MISERABLE
Zapatero solo tiene un "registro" que no cambia jamás, como esos malos actores que siempre hacen el mismo personaje. De cara al "exterior" es amable, servil, siempre exhibiendo su sonrisita y sus bracitos abiertos, va a las cumbres internacionales con cara de pasmao, es el paladín de la Alianza de las Civilizaciones y se arrastra ante Obama y el cristianismo USA. Incluso en España Zapatero es comprensivo y tolerante con los nacionalistas. Pero la cosa cambia con el enemigo "interior". Con el PP, al Mamarracho Miserable le cambia la cara, en los mítines se pone histérico, gritón, se le hincha la vena, aflora todo su odio y rencor.
¿Y todo esto por qué? Pues muy sencillo, porque Zapatero no cree en la nación que preside, no cree en España, por eso nunca siente como enemigos a los que la atacan, ya sean nacionalistas del interior o países terceros, ante los que se baja continuamente los pantalones. Este tipo solo siente como enemigos a la mitad de españoles que creen en su nación y votan al PP. Zapatero jamás piensa en términos de España, porque no reconoce como suyos a quienes votan al PP y por eso vende un proyecto político progresista, apátrida, etéreo y neutro. Este imbécil odia España.
Zapatero vende progresismo pero sin orgullo de nación porque no cree en ella. Por eso el Mamarracho Miserable dice siempre ese ridículo "estepaís", nunca España, salvo cuando en el contexto le resulta imposible no hacerlo. Vende exclusivamente valores sectarios de izquierdas, duros dentro de España, descafeinados fuera de nuestro país. Por eso en los actos del PSOE de Zapatero jamás se ve la bandera de España, mientras nos restriegan su símbolo sectario hasta la nausea, el puñito y la rosita. Eso sí, los mítines del PSE y PSC se llenan de ikurriñas y señeras, ahí se cagan las patas abajo ante los nacionalistas.
Ese es el progresismo que vende Zapatero, progresismo para sectarios, para idiotas progres que se avergüenzan de ser españoles y piden perdón por serlo. Tan malo es envolverse en la bandera española, como esconderla avergonzado en los mítines, que es lo que hace el PSOE. ¿Y por qué lo hace? ¿Qué partido del mundo no exhibe en sus actos la bandera de la nación que gobierna? Pues los miserables del PSOE, para no comprometer su estrategia de lamer el culo a los nacionalistas y apoyarse en ellos siempre para gobernar.
Estoy de acuerdo con la frase del titular. Hace años que estoy convencido de ello pues percibo día tras día menos libertades y más control. Esta situación es todavía más crítica en Cataluña.
Las críticas más inteligentes, profundas, demoledoras y certeras contra la izquierda siempre proceden de gente que ha pertenecido o formado parte de ella: nuestros Jiménez Losantos, Pio Moa, el fallecido Carlos Semprun, que escribía en este medio esas fantasticas crónicas desde Paris, y ahora Hermann Tertsch. Es lógico, conocen a la izquierda desde dentro. La frase más genial al respecto es de FJL: "la izquierda es un error, cuando no un crimen". Y a la inversa esto tambien funciona: quien ha sido siempre de derechas, no suele aportar críticas interesantes contra la izquierda, le falta garra. Un Luis Herrero resulta flojo, anodino. Bienvenido al club, sr, Tertsch, porque yo tambien fui de izquierdas.