Según informa El País, en las 1.532 páginas de actuación judicial los Mossos dan veracidad a la mujer magrebí que fue juzgada por un tribunal islámico en Tarragona. De hecho, el cuerpo policial considera "probable" que "se haya establecido un tribunal de honor islámico en la zona de Valls y cercanías".
"Fui secuestrada y veinte hombres con turbante me condenaron a muerte", relató esta mujer. Sin embargo, todos los imputados rechazan las acusaciones. En total, hay diez imputados de los cuales siete están en prisión. Y es que se enfrentan a una pena de hasta 23 años de prisión por un delito de detención ilegal, tentativa de asesinato y asociación ilícita.
El responsble de ejecutar la sentencia de este tribunal, en aplicación de la sharia, Mahamed Arab, asegura que "no soy islamista". "No entiendo nada, no soy practicante del Islam. Ni rezo ni he ido a ninguna mezquita en mucho tiempo", sentencia. Incluso dice que bebe alcohol. "Si fuera musulmán no podría beber alcohol", se justifica.
Todo comenzó supuestamente cuando el esposo de la joven secuestrada, también magrebí y que reside ahora en el extranjero, la habría amenazado para que no diera a luz al bebé que esperaba.
Sin embargo, los agentes creen que los acusados pertenecen a una red de extremistas islámicos cercanos a una organización salafista próxima a Al Qaeda. Y para llegar a esta conclusión investigaron a los acusados durante meses mediante escuchas y cintas de vídeo.
El supuesto secuestro se produjo a la entrada de un supermercado de Tarragona cuando fue asaltado con un objeto punzante por un hombre mientras ayudaba a llevar la compra a una mujer magrebí. Tras meterla en un todoterreno la llevaron a una masía donde fue juzgada. Una vez trasladada a un piso, la mujer de uno de los captores dijo a la víctima que "estás aquí porque mi marido tiene que cumplir con sus deberes islámicos".
La secuestrada relató que escuchó una discusión entre el matrimonio que la custodiaba. "Ya han dictado sentencia y la tengo que matar. A ella y al bebé", dijo el hombre a lo que su mujer le contestó que "yo nunca me he metido en tu grupo de política pero si matas a una persona me llevo a mi hija y me voy". Aprovechando esa situación consiguió escapar y pedir ayuda.
Pero este matrimonio no está en prisión. El juez considera que ambos no aparentan formar parte de una organización islamista. "La mujer no presenta signos externos, como velo, y además lleva pantalones", argumenta el magistrado. Y sobre el marido asegura que "está arraigado en Valls y se le aprecia en la localidad". Otro acusado también está en libertad por su estado de salud. En total, siete continúan en prisión.