(Libertad Digital) Rocío Albert y Rogello Blazzi, profesores de Economía en la Universidad Complutense firman un exhaustivo estudio sobre la dramática decadencia del cine español que ha publicado FAES bajo el revelador título: Mentiras y gordas (un thriller español).
De 2001 a 2008 la cifra de espectadores de cine español en las salas comerciales descendió de 20 millones a menos de 14. En ese mismo periodo las subvenciones se duplicaron, pasando de 31 millones de euros en 2001 a 67 millones en 2008. La recaudación también ha descendido exponencialmente en estos años.
Este es el punto de partido de este análisis que demuestra por un lado el desapego del público español con el cine hecho en España y, sobretodo, el estrepitoso fracaso de la política de subvenciones que el Gobierno de Zapatero ha incrementado en los últimos años.
Albert y Blazzi sostiene que la actual política de subvenciones ha destruido la industria cinematográfica española potenciando una "producción discontinua y poco diversificada, lo que dificulta el aprovechamiento de economías de escala para optimizar recursos" y que, además, produce de espaldas al público al que se dirige.
En el estudio se desmontan también algunas de las mentiras favoritas del lobby del cine y se su máxima representante, Ángeles González-Sinde, convertida en ministra por Rodríguez Zapatero. Es mentira que el mal del cine español sea la piratería, como indica el ínfimo volumen de descargas de estas películas en los programas P2P frente a las películas americanas, las preferidas por los internautas.
También es mentira y de las gordas, que la cifra de espectadores sea baja porque cada vez hay menos salas de exhibición. Mientras el número de salas ha descendido muy levemente desde 2005, en esos mismo tres años el cine español ha perdido un 35 por ciento de espectadores.
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