LD (EFE) "Esto es una hoja de coca, no es cocaína. No es posible que esté en la lista de estupefacientes de la ONU", declaró Morales con la planta en la mano, arrancando aplausos de varias delegaciones.
"Esto es masticar. No porque 'acullico' soy narcodependiente. De ser así, (Antonio María) Costa (responsable de la ONU para la lucha antidrogas, presente en el podio) me debería llevar a la cárcel", agregó Evo Morales. "Esta hoja de coca es medicina para los pueblos -remarcó- no es dañina para la salud humana en su estado natural".
Comisión de Estupefacientes de la ONU
Personalidades de todo el mundo, entre ellas el presidente de Bolivia, Evo Morales, y la reina Silvia de Suecia, se citan a partir de este miércoles en una reunión de la que saldrá la estrategia internacional contra las drogas para la próxima década. Los representantes de todos los países de la ONU tienen previsto adoptar una Declaración Política y un Plan de Acción con los objetivos en la lucha contra las drogas, después de abrir en 2008 un año de reflexión.
En el texto del documento proyectado se indica que "el objetivo final" de la estrategia para 2019 es "minimizar y eventualmente eliminar la disponibilidad y el uso de drogas ilícitas". Durante el último año se han valorado los resultados de la pasada década de lucha contra los narcóticos, después de que en 1998 los miembros de la ONU acordaran el objetivo de "un mundo libre de drogas", con "la eliminación o una reducción significativa del cultivo ilícito de coca, cannabis y opio en 2008", algo que no se ha logrado.
La producción de cocaína se ha mantenido prácticamente igual en la última década, alrededor de las 900 toneladas anuales, a pesar de haberse reducido la superficie cultivada, debido a las mejoras agrícolas que permiten multiplicar las cosechas.
En el caso del opio se ha doblado la producción con respecto a 1998, según la propia ONU, debido a que las plantaciones de amapola en Afganistán se han disparado -la producción el año pasado fue de 7.700 toneladas- y, al mismo tiempo, han experimentando un alza considerable las drogas de síntesis.
"Debemos tener la valentía de observar las consecuencias, dramáticas e imprevistas, del control sobre la droga: que ha surgido un mercado criminal de proporciones asombrosas", ha reconocido el director general de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), Antonio María Costa.