Por 15 votos frente a 2, el TEDH de Estrasburgo estimó que la presencia de crucifijos en las aulas de los colegios públicos italianos es conforme a la Convención Europea de Derechos Humanos.
El Tribunal da así la razón al Estado italiano, que recibió el apoyo de casi una veintena de Estados europeos, frente a Soile Lautsi, una ciudadana de Venecia que lleva pleiteando nueve años para que se retiren los crucifijos del colegio público donde estudian sus hijos.
Con esta sentencia el TEDH revoca su anterior sentencia de noviembre de 2009, en la que dio la razón a la demandante.
La Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) ha celebrado la sentencia dictada este viernes por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que afirma que el crucifijo en las aulas no viola el derecho a la libertad de conciencia.
Por su parte, la Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA) ha insistido en la retirada de estos símbolos de los centros escolares públicos porque "pertenecen al ámbito privado de las personas".
En declaraciones a Europa Press, el presidente de CONCAPA, Luis Carbonel, ha indicado que el fallo "refrenda que el crucifijo es un símbolo no solo de la fe cristiana, sino de identidad cultural". Asimismo, ha valorado con "gran satisfacción" que esta sentencia "crea jurisprudencia", por lo que espera que, a partir de ella, "terminen los ataques hacia este símbolo".
En cambio, desde CEAPA, su presidente, Jesús María Sánchez, ha señalado que si bien esta asociación "acata la sentencia", mantiene su postura de que "no exista ningún tipo de simbología religiosa" en los centros escolares públicos.
A su juicio, "no se debe vulnerar la sensibilidad de alumnos y padres" con la exposición de los símbolos religiosos, que, según ha advertido, "deben pertenecer al ámbito privado". "España es un Estado aconfesional y es en este contexto en el que reiteramos que los crucifijos deben desaparecer de la escuela pública", ha concluido.
Situación en Europa
La polémica sobre el crucifijo se ha dado también en otros países. En España, pese a que no existe regulación al respecto, ni sentencia que lo prohíba, se han retirado los crucifijos en algunos colegios tras la denuncia de padres concretos.
En Francia está prohibida la exhibición del velo islámico, la cruz católica y la kipa judía en colegios e institutos públicos, así como en hospitales y centros de la administración. En Reino Unido no existe ninguna regulación específica, aunque en aquellas escuelas que dependen de la financiación estatal no se ven crucifijos. Portugal es un ejemplo de tolerancia hacia las prácticas religiosas. Aunque empiezan a levantarse voces en contra, de momento está permitido la exhibición de símbolos religiosos en los espacios públicos.