Queda menos de un mes para que Benedicto XVI viaje a Barcelona y consagre el templo de la Sagrada Familia. Mientras los preparativos se están ultimando las polémicas no paran de crecer ante una visita histórica. El nacionalismo quiere aprovechar el viaje para mostrar a una Cataluña independiente y algunos clérigos, como el abad de Montserrat, han caído en las redes de considerar que el viaje "debe tener una dimensión catalana".
Sin embargo, la nueva polémica proviene esta vez del seno del Ayuntamiento de Barcelona, aquel que tiene que dar la bienvenida al Pontífice. A tres semanas del evento, el consistorio puede convertirse en un polvorín debido a las declaraciones del segundo teniente alcalde Barcelona, el ecosocialista de ICV, Ricard Gomà.
A través de la revista municipal, Barcelona Informació, pagada con el dinero de todos los barceloneses, Gomà se ha desmarcado con unas declaraciones en las que insulta gravemente al Papa, le acusa de miles de muertes y en el que casi llama a la violencia contra el Pontífice. Además, siendo socio de gobierno en el Ayuntamiento pide un boicot a la visita del Papa.
El titular artículo del tercer hombre del Ayuntamiento, Ratzinger, el rostro de la intolerancia, deja entrever el fondo del escrito. Ya al principio anuncia que los representantes de ICV-EUiA del Consistorio no participarán en ninguno de los actos institucionales o litúrgicos con el Papa. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol.
Pero poco después, y demostrando su total ignorancia, afirma que "la visita de Ratzinger será contestada socialmente en Barcelona como lo fue no hace mucho en Inglaterra por los miles de personas que salieron a la calle recordando lo que este Papa representa". El segundo teniente alcalde parece que no siguió el viaje a Reino Unido, éxito total reconocido incluso por los medios más agresivos con Benedicto XVI y con el Vaticano. Incluso los que se manifestaron contra el Papa en Londres no superaron los 2.000 frente a casi los 100.000 que llenaron Hyde Park.
A su juicio, el Papa representa "una visión anacrónica y excluyente de la familia, intolerante con la diversidad, un discurso hipócrita sobre la anticoncepción que aboca a miles de personas a morir de sida en los países en vías de desarrollo; una respuesta insultantemente tibia al alud de casos de pederastia entre los altos representantes del clero a quien, por decencia y por justicia, hace falta aplicar mucho más que una invitación al arrepentimiento: respuesta penal y reparación urgente a las víctimas".
Pero no acaban ahí las perlas de Gomà. A continuación, en su escrito en Barcelona Informació espeta que "Ratzinger es la expresión de la cara más rancia y oscura de una Iglesia Católica que goza todavía de inexplicables privilegios por parte del Estado español". Una vez dicho todo esto, el teniente alcalde dice hablar desde el "más absoluto respeto por las creencias de cada uno" y anunció que su grupo municipal estará el 7 de noviembre al lado de los barceloneses que "defienden la necesaria laicidad de las instituciones".
Estas declaraciones han encontrado una rápida respuesta en la propia ciudad de Barcelona. El PSC sigue callado y siendo cómplice de estas palabras mientras el alcalde Hereu será uno de los que de la bienvenida al Papa. Desde PP y CIU ya han pedido responsabilidades.
Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal popular, considera en su blog "una auténtica vergüenza y verdadera irresponsabilidad que un partido como ICV que gobierna en la ciudad de Barcelona promueva manifestaciones contra el Papa Benet XVI y que además sea un partido que en todo momento ha expresado su comprensión en favor del movimiento okupa y antisistema radical". Por ello, ha exigido al alcalde o que desautorice a Gomá o que le destituya inmediatamente.
Por su parte, Josep Antoni Durán Lleida, también ha contestado al segundo teniente alcalde de Barcelona. Tras criticar este artículo, el representante de CIU recuerda que "Cataluña es un pueblo con personalidad nacional propia, respetuoso con las profundas raíces cristianas que configuran nuestra genética nacional guste o no a ICV". Además, indica que "me gustaría saber si este partido tendría el valor político para sostener determinadas posiciones frente a otros líderes de otras confesiones religiosas que no respetan estos valores provenientes de los derechos humanos y de la igualdad de la mujer con el hombre".